Tensiones y vetos marcan inscripción de candidatos al Legislativo
Más de 4.500 postulantes se registraron ante el TSE en medio de disputas internas en alianzas clave. El proceso, que cerró el 19 de mayo, evidenció exclusiones polémicas y denuncias de irregularidades en Santa Cruz, La Paz y Tarija.
«La meritocracia quedó en segundo plano»
El bloque Unidad (aliado a Samuel Doria Medina) enfrentó críticas por excluir a figuras como Paola Aguirre y Vicente Cuéllar. «Valieron más otros intereses», denunció Aguirre, señalando al gobernador Luis Fernando Camacho y su asesor Efraín Suárez. El activista Peter Erlwein Beckhauser también fue vetado tras impugnar la candidatura de Andrónico Rodríguez (MTS).
Libre: conflicto por vicepresidencia y nepotismo
En la alianza de Jorge Tuto Quiroga, la elección de Juan Pablo Velasco (hijo de un exvicepresidente del Banco Fassil) generó resistencias. Branko Marinkovic y Gary Áñez quedaron fuera pese a su participación en la gira nacional. Sectores de Demócratas intentaron imponer a Kathia Quiroga como senadora, según fuentes internas.
Denuncias de compra de candidaturas en Tarija
Rodrigo Delgado (Autonomía Para Bolivia) acusó al jefe de campaña Freddy Camacho de exigir $us 30.000 por puestos legislativos. «Es el uso del poder como un maletín de negocio», declaró, criticando la falta de transparencia en el proceso.
MAS: sorpresa y desplazamientos de última hora
El retiro de Luis Arce como candidato derivó en la postulación de Eduardo del Castillo y Milán Berna, desplazando a la diputada Deisy Choque, quien había ganado el respaldo del Pacto de Unidad. «Otra persona se llevó el trofeo», lamentó Choque, aunque mantuvo su apoyo al binomio oficialista.
Un proceso con heridas abiertas
Las elecciones de 2025 repiten patrones de pugnas internas y falta de consensos. El TSE registró 9 fórmulas presidenciales, pero dejó pendiente la validación de Andrónico Rodríguez (MTS) y la alianza de Evo Morales, excluido por decisión del tribunal.
Las urnas dirán el costo de las fracturas
Las tensiones en Unidad, Libre y MAS podrían afectar su desempeño electoral en agosto. Las denuncias de opacidad y veto a liderazgos consolidados marcan el inicio de una campaña polarizada.