ADN inscribe a Rodríguez y Saravia como binomio presidencial 2025

La alianza opositora ADN registró su candidatura presidencial con Paulo Rodríguez y Antonio Saravia, marcando distancia de partidos tradicionales.
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Personas reunidas sosteniendo banderas en una manifestación nocturna.
Grupo de personas participando en una manifestación, sosteniendo banderas en alto durante la noche.

ADN inscribe a Rodríguez y Saravia como binomio presidencial para 2025

La alianza opositora registró su candidatura sin alianzas ante el TSE. El empresario Paulo Rodríguez y el economista Antonio Saravia competirán en las elecciones generales. La inscripción se realizó el lunes 19 de mayo en medio de críticas al oficialismo.

«Somos el cambio con gente nueva»

Gabriel Gutiérrez, jefe nacional de ADN, afirmó que su partido no buscará alianzas con «quienes gobernaron 25 años». «Nuestros candidatos son profesionales, no cómplices del pasado», declaró frente al Tribunal Supremo Electoral (TSE). La lista fue inscrita horas después de que el MTS enfrentara obstáculos judiciales.

Perfiles de los candidatos

Rodríguez Folster, empresario agropecuario y presidente del club GV San José, lidera la fórmula. Saravia, economista y fundador del Partido Liberal Boliviano (2024), completa el binomio. «Vamos a dar solución a Bolivia», prometió Gutiérrez durante el acto.

Un escenario electoral polarizado

ADN llega como alternativa crítica al MAS y otros partidos tradicionales. El mismo día, el TSE suspendió la inscripción de Andrónico Rodríguez (MTS) por orden judicial. La alianza insiste en distanciarse de «grupos que buscan robar», en alusión a casos de corrupción previos.

Entre el agro y la teoría económica

Rodríguez representa al sector productivo cruceño, mientras Saravia propone reformas liberales. Su campaña se enfocará en renovar la clase política, según declaraciones a UNITEL. ADN competirá sin pactos, pese a la fragmentación opositora.

Las urnas dirán si el mensaje cala

El éxito de la fórmula dependerá de su capacidad para capitalizar el descontento con el oficialismo. Su desafío inmediato es consolidarse como opción frente a alianzas como Creemos o el propio MAS.