Manzana Uno alerta riesgo de cierre por impago de la Alcaldía

El espacio cultural Manzana Uno podría cerrar tras 20 años de actividad debido al impago de sueldos por parte de la Alcaldía de Santa Cruz, según denuncia su directora Ejti Stih.
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Varias personas en una plaza observando una galería de arte al aire libre.
La imagen muestra a varias personas interactuando con una exposición al aire libre, enmarcada en una plaza urbana.

Manzana Uno alerta de riesgo de cierre por impago de la Alcaldía cruceña

El espacio cultural podría cerrar tras 20 años de actividad si el municipio no garantiza el pago de tres sueldos clave. La directora Ejti Stih denuncia retrasos desde enero y advierte que sin este apoyo económico no podrán cubrir costos operativos.

«Sin sueldos, no hay cultura viva»

Manzana Uno, que recibe 17.000 visitantes mensuales, enfrenta su peor crisis por la incertidumbre en el convenio con la Alcaldía de Santa Cruz. «Todo lo demás se mantiene con aportes privados», subraya Stih, destacando que el municipio solo cubre tres contratos temporales sin antigüedad, pero vitales para el funcionamiento.

Un diálogo sin respuestas

Desde enero, las autoridades municipales alegan falta de recursos y exigen documentación adicional (título nacional y libreta militar), ya entregada. «Si no hay esos tres sueldos, es imposible continuar», insiste la directora, señalando que los afectados son profesionales con una década de trabajo en el espacio.

20 años de cultura en peligro

Fundado en 2004, Manzana Uno ha dependido históricamente de la combinación de apoyo público y privado. Mientras el municipio financiaba sueldos, la infraestructura y programación se sostuvieron con donaciones. Su posible cierre dejaría un vacío en la oferta cultural cruceña, especialmente tras superar desafíos como la restauración del edificio.

¿El final de un referente?

La continuidad del espacio depende ahora de una decisión municipal en un contexto de restricciones presupuestarias. Stih recalca que la cultura «debe ser parte de nuestro vivir», pero sin garantías económicas, septiembre podría marcar el fin de su legado.