Trabajadoras sexuales en Bolivia sufren violencia e impunidad institucional
Denuncian que policías y clientes agreden a este colectivo sin consecuencias. Organizaciones alertan sobre la exclusión del sistema de justicia pese a las leyes vigentes. La Casa de la Mujer documenta extorsiones y abusos en comisarías.
«Protección en el papel, desamparo en la práctica»
Ana Paola García, directora de la Casa de la Mujer, señala que las trabajadoras sexuales enfrentan violencia «de quienes deberían protegerlas». «Los policías cometen extorsiones y agresiones sexuales dentro de las comisarías», afirma. La situación se agrava por la falta de mecanismos para denunciar: «¿Dónde las van a proteger?», cuestiona.
Doble victimización
El colectivo sufre agresiones de clientes y abandono institucional. García destaca que las autoridades no analizan adecuadamente el consentimiento en casos de violencia sexual. La impunidad y los prejuicios sociales perpetúan esta crisis, según la organización.
Legislación ignorada, derechos vulnerados
Bolivia cuenta con normas que garantizan protección universal, pero su aplicación excluye a trabajadoras sexuales y diversidad sexual. La ANF recoge testimonios que evidencian cómo las víctimas son revictimizadas al buscar justicia.
Un problema arraigado en la cultura
La tolerancia social hacia la violencia contra este sector y la falta de capacitación institucional han normalizado las agresiones. Reportes previos ya alertaban sobre extorsiones policiales y la negación de derechos básicos.
Justicia pendiente para las más vulnerables
La falta de respuestas efectivas mantiene en riesgo a las trabajadoras sexuales. Mientras persista la impunidad y los estereotipos, el acceso a la justicia seguirá siendo una promesa incumplida.