Boeing firma acuerdo en Doha mientras Air Force One sigue retrasado
Qatar Airways comprará 160 aviones a Boeing en un acto con Trump y el emir catarí. La posible donación de un Boeing 747 de lujo para el presidente no se mencionó durante la ceremonia, celebrada el 14 de mayo de 2025 en Doha.
«Aviones nuevos, pero no el que Trump espera»
El acuerdo entre Boeing y Qatar Airways se centró en la venta de 160 aviones comerciales, sin referencia al posible regalo de un Boeing 747-8 de lujo que Qatar estudia donar a Trump. «Get those planes out there», dijo el presidente, sin aclarar si se refería a los aviones de Qatar Airways o a los futuros Air Force One.
El conflicto por Air Force One
Trump ha criticado los retrasos de Boeing en la entrega de los nuevos aviones presidenciales, previstos para 2027. Los actuales Air Force One tienen más de 30 años y su renovación costará más de 10.000 millones de dólares. Mientras, Qatar negocia con el Pentágono la donación de un 747-8, aunque el gobierno catarí asegura que «no está finalizada».
Repercusión política
La posible aceptación del avión catarí ha generado críticas, incluso entre aliados de Trump. ABC News informó que el jet podría destinarse después a su fundación presidencial, algo que el presidente no ha confirmado. «Why wouldn’t I accept the gift?», declaró Trump en redes sociales.
Relaciones en ascenso entre EE.UU. y Qatar
El emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani, calificó el encuentro como «un nuevo nivel en la relación bilateral». Además del acuerdo con Boeing, se firmaron otros documentos de defensa y cooperación, aunque sin detalles públicos. Asistieron altos cargos estadounidenses, como el secretario de Estado, Marco Rubio.
Un avión presidencial en el centro de la polémica
Trump lleva años quejándose de los retrasos en la renovación de Air Force One, mientras Boeing enfrenta presión por los costes y plazos. La posible donación catarí añade un giro diplomático y político al asunto.
¿Solución temporal o conflicto prolongado?
La eficacia del acuerdo comercial no resuelve el problema de fondo: la demora en la entrega de los nuevos aviones presidenciales. Mientras, la polémica por el jet catarí sigue abierta, con implicaciones tanto políticas como diplomáticas.