Mujeres mineras enfrentan desigualdad y acoso en Bolivia
El 30% de las mineras ingresó al rubro por necesidad tras abandono o viudez. La Fundación Colquechaca denuncia precariedad y machismo en un sector históricamente masculinizado. Reporte de ANF desde La Paz, basado en testimonios y talleres de empoderamiento.
«No es elección, es supervivencia»
Andrea Peña, directora de la Fundación Colquechaca, explica que los hombres mineros buscan mejorar su vida, mientras las mujeres llegan por falta de alternativas. «Muchas son jefas de hogar tras perder a sus parejas», detalla. La organización trabaja con Fedecomin Oruro y Fencomin en talleres de liderazgo y salud preventiva.
Barreras invisibles
Persisten supersticiones que vinculan a las mujeres con «ahuyentar el mineral», según ANF. Además, enfrentan acoso laboral y desigualdad en condiciones de trabajo, pese a realizar las mismas tareas físicas que los hombres. Los talleres incluyen autodefensa física y psicológica para contrarrestar estas problemáticas.
Herencia de piedra y prejuicios
La minería boliviana, regulada por cooperativas tradicionalmente masculinas, mantuvo por décadas mitos sobre la «mala suerte» que traían las mujeres. Su incorporación masiva comenzó en los 2000, pero sin políticas específicas de protección. Hoy representan el 15% de la fuerza laboral en el sector, según datos no oficiales citados por la fundación.
Un camino de lutaa y capacitación
Los avances dependen de la formación en derechos y habilidades blandas. Las mineras participantes destacan que los talleres mejoran su capacidad para negociar condiciones laborales, aunque reconocen que el cambio cultural «será lento». La fundación proyecta expandir el programa a más regiones mineras en 2025.