Papa León XIV dejó huella en Bolivia por su humildad y cercanía
El pontífice visitó el país entre 2006 y 2008 y participó en tradiciones locales. Como general de la Orden de San Agustín, supervisó comunidades y mostró compromiso con América Latina. Su estilo accesible y respeto por la cultura boliviana marcaron su legado.
«Se bañó con agua fría y lavó platos»: la sencillez que inspiró
Durante sus cinco visitas, León XIV (Robert Prevost) priorizó el diálogo con cada fraile, según el padre Marcelo Ramírez de La Paz. «Revisaba documentación y compartía tareas cotidianas», destacó. En Cochabamba, el padre Saúl Mamani recordó que el Papa aceptó sin quejas una ducha fría, evidenciando su adaptación.
Bailando morenada y vistiendo poncho
El pontífice se integró en celebraciones folklóricas, usando trajes típicos y bailando. «Se puso serpentina y sombrero, bailó con naturalidad», relató Ramírez. Su dominio del quechua y enfoque en justicia social reforzaron su conexión con las comunidades.
De general agustino a sumo pontífice
Prevost ejerció como líder de la Orden de San Agustín antes de ser elegido Papa en 2025. Sus visitas a Bolivia buscaban fortalecer la vida comunitaria y el servicio pastoral. Su legado perdura en conventos como San Nicolás de Tolentino, donde aún valoran su «liderazgo por ejemplo».
Un papa con sello boliviano
León XIV mantiene su vínculo con la región, promoviendo valores de humildad y justicia. Su paso por Bolivia define su perfil cercano, que hoy inspira a fieles y religiosos. La Iglesia Católica resalta su capacidad para «servir desde lo cotidiano».