Consejo Kanata aprueba planta de residuos en Cochabamba

El Consejo Kanata aprobó la construcción de una planta de residuos de 150 hectáreas para Cochabamba, con operaciones previstas desde 2026, buscando resolver el conflicto por la basura en el área metropolitana.
unitel.bo
Reunión con personas en una mesa de conferencias y asistentes sentados de espaldas.
Encuentro en una sala de conferencias con varios individuos sentados en una mesa mientras otros observan desde sus asientos.

Consejo Kanata aprueba planta de residuos para Cochabamba

El proyecto ocupará 150 hectáreas y operará desde 2026. La decisión se tomó en una sesión extraordinaria con participación de autoridades municipales y departamentales. El objetivo es resolver el conflicto por la basura en el área metropolitana.

«Un complejo para todas las alcaldías»

El Consejo Kanata, liderado por el gobernador Humberto Sánchez, aprobó un cronograma para construir la planta hasta diciembre de 2025. «Se ha delegado a los técnicos para presentar el informe de condiciones», explicó Sánchez. La Asociación de Municipios (AMDECO) confirmó que ya cuentan con el terreno, aunque no reveló su ubicación por «susceptibilidad social».

Financiamiento y socialización

Daniel Vallejo, presidente de AMDECO, adelantó que la planta iniciaría operaciones en enero-febrero de 2026, pero señaló que el desafío es conseguir recursos. Mientras, se realiza un proceso de socialización en la zona seleccionada. El alcalde Manfred Reyes Villa insistió en que «todo el mundo debe cumplir la ley», refiriéndose a la resistencia de vecinos de K’ara K’ara.

De basura a conflicto social

Cochabamba enfrenta tensiones por el manejo de residuos desde que el Tribunal Agroambiental ordenó reabrir temporalmente el relleno sanitario de K’ara K’ara. Los pobladores mantienen una vigilia para impedir el ingreso de basura, mientras las autoridades buscan alternativas.

Una solución con fecha límite

El éxito del proyecto dependerá de la coordinación entre instituciones y la aceptación comunitaria. La planta representaría un avance en la gestión ambiental, pero su implementación enfrenta retos logísticos y financieros.