El Vaticano elige nuevo Papa entre nombres históricos

133 cardenales votarán en el cónclave para elegir al nuevo Papa, cuyo nombre reflejará su legado y visión, siguiendo una tradición centenaria.
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Persona con mitra sosteniéndola con ambas manos.
La imagen muestra una persona tocando la mitra que lleva puesta.

El cónclave del Vaticano elige nuevo Papa entre nombres históricos

133 cardenales votarán desde este miércoles en la Capilla Sixtina. La elección del nombre del Pontífice, gesto simbólico con siglos de tradición, revela su visión y legado. Los más recurrentes son Pío, Gregorio y Juan, frente a opciones modernas como Francisco.

«Un nombre que es historia»

El ritual, casi inalterado durante siglos, culmina con la pregunta clave: «¿Cómo queréis que os llamen?». La respuesta, comunicada con el «Habemus Papam», refleja admiración por antecesores o santos, como Benedicto XVI, que honró a su homónimo de la Primera Guerra Mundial, o Pablo VI, inspirado en el apóstol.

Nombres con peso

Pío, Gregorio y Juan lideran el ranking papal, asociados a reformas litúrgicas (Gregorio I), defensa de la ortodoxia (Pío) o evangelización (Juan). Inocencio y Clemente evocan papas medievales de poder político o mensajes de reconciliación. Nicolás o Esteban, usados en el pasado, cayeron en desuso.

Rupturas y novedades

Francisco (2013) marcó un hito al elegir un nombre inédito, inspirado en la pobreza y ecología de Asís. Juan Pablo I combinó por primera vez dos nombres, gesto que perpetuó su sucesor. «Cada elección es un legado para siglos», subrayan analistas.

De Simón a Pedro: un cambio con misión

La tradición nace cuando Jesús renombra a Simón como Pedro, fundando así el papado. Salvo excepciones, todos los Pontífices adoptan un nuevo nombre, often vinculado a santos o periodos históricos clave, como León V (defensor contra los hunos) o Benedicto (monacato y paz).

Un balcón que mira al futuro

El nombre elegido definirá el tono del nuevo papado en un mundo globalizado. Si repite opciones clásicas, enfatizará continuidad; si innova, podría señalar nuevos caminos, como hizo Francisco. La decisión, esperada en días, resonará desde el balcón de San Pedro.