India y Pakistán intercambian misiles tras ataque en Cachemira

Al menos 31 muertos en la escalada entre India y Pakistán, potencias nucleares. China y Rusia intentan mediar para evitar una guerra abierta.
elconfidencial.com
Soldados con uniformes camuflados y armas caminando por una calle.
Soldados armados caminando por una calle, vistiendo uniformes camuflados.

India y Pakistán intercambian misiles tras ataque en Cachemira

Al menos 31 muertos en la escalada entre las dos potencias nucleares. Ambos países aseguran que sus acciones son «limitadas» mientras China, Rusia y otros actores intentan mediar para evitar una guerra abierta. La tensión se desató tras un ataque indio contra presuntos terroristas en territorio paquistaní.

«Contención calculada» en medio de la retórica bélica

India describió su operación como «enfocada, mesurada y no-escalatoria», asegurando que no atacó instalaciones militares paquistaníes. Pakistán, por su parte, afirmó haber interceptado todos los cazas indios, aunque ambos bandos evitaron cruzar abiertamente sus fronteras aéreas. Narendra Modi canceló un viaje a Europa para gestionar la crisis, mientras el primer ministro paquistaní Shehbaz Sharif autorizó «acciones correspondientes».

Diplomacia en marcha

China, principal aliado de Pakistán, pidió contención y se ofreció como mediador, aunque India desconfía de su papel. Rusia, clave proveedor militar de India, también instó a la calma. Irán intentó mediar, con su canciller viajando entre ambas capitales, pero Nueva Delhi rechaza formalmente intermediarios. La UE y EEUU se limitaron a llamados genéricos al diálogo.

Antecedentes: Una rivalidad con armas nucleares

India y Pakistán, cuarto y duodécimo ejércitos más potentes del mundo según Global Firepower, libran conflictos periódicos desde su independencia en 1947. El último ataque indio respondió a un atentado del 22 de abril en Cachemira, región disputada donde China también tiene intereses estratégicos, como el Corredor Económico China-Pakistán.

El futuro pende de la próxima respuesta

La evolución de la crisis depende ahora de si Pakistán elige una represalia limitada o una escalada. Aunque ambos gobiernos han evitado acciones irreversibles, sus narrativas nacionalistas y la presión interna mantienen viva la tensión. La comunidad internacional sigue apostando por una desescalada que, por ahora, ninguno de los dos bandos parece descartar del todo.