Gobierno levanta parcialmente veto a exportaciones de soya
Se autorizan 250.000 toneladas tras mejorar la producción. La medida busca equilibrar el abastecimiento interno y generar divisas. El ministro Mamani anunció la decisión ayer, basada en los resultados de la campaña agrícola 2024-2025.
«Garantizar abastecimiento y divisas»
El ministro Zenón Mamani explicó que la apertura parcial responde a una cosecha estimada de más de 3 millones de toneladas. «Estamos garantizando materia prima para la industria oleaginosa nacional», afirmó. La medida permitirá exportar hasta 250.000 toneladas, tras constatar un rendimiento de 2,3 toneladas por hectárea.
Antecedentes del veto
El Gobierno suspendió las exportaciones en febrero por el alza en los precios del aceite comestible y derivados. Mientras las autoridades atribuían la subida a una supuesta escasez, los productores señalaban problemas con el diésel, insumos y falta de dólares.
Impacto económico
Mamani destacó que las exportaciones de soya generaron $us 682 millones entre 2021 y 2024, frente a $us 46 millones en el periodo 2016-2019. «No estamos asfixiando al sector exportador», defendió, recordando que la normativa prioriza el abastecimiento interno antes de autorizar ventas al exterior.
De la prohibición a la apertura controlada
Según datos oficiales, el 80% de la cosecha ya está recogida, con supervisión de los ministerios de Desarrollo Productivo y Desarrollo Rural. La ABI precisó que la restricción fue temporal y que la exportación solo se permite tras asegurar el mercado interno.
Un cultivo que marca la balanza comercial
La soya es clave para la industria oleaginosa boliviana y el sector pecuario, que usa sus derivados como alimento balanceado. Su producción enfrenta desafíos como el costo de insumos y la disponibilidad de diésel, pese a lo cual logró recuperarse en la última campaña.
Un equilibrio frágil
La medida busca conciliar las necesidades internas con la generación de divisas. Su éxito dependerá de que se mantenga el actual nivel productivo y no resurjan tensiones en los precios de los derivados.