Startup Sett lanza IA para desarrollo de juegos con 27M

La startup israelí Sett anuncia su plataforma de IA para marketing y diseño de videojuegos móviles, con 27 millones en financiación y clientes como Zynga y Unity.
TechCrunch
Un mando de videojuegos retro sobre un fondo naranja.
Un controlador de videojuegos de diseño antiguo sobre un fondo de color naranja vibrante, destacando su diseño clásico.

Startup Sett lanza IA para desarrollo de juegos con 27 millones de financiación

La empresa israelí crea agentes de IA para marketing y diseño de videojuegos móviles. Anunció su salida del «modo sigilo» este 7 de mayo con respaldo de inversores como Bessemer Venture Partners. Ya trabaja con estudios como Zynga y Unity.

«Jugar en el campo de la inteligencia artificial»

Fundada en 2022 en Tel Aviv, Sett ha desarrollado una plataforma que reduce costes y tiempo en creación de anuncios interactivos para juegos. Según su CEO Amit Carmi, su tecnología acelera el proceso «15 veces más rápido y 25 veces más barato» que los métodos tradicionales.

Inversión y clientes clave

La startup recaudó 12 millones en financiación inicial y otros 15 en una Serie A liderada por Bessemer. Entre sus clientes figuran gigantes como Playtika y Rovio, con más de 100 estudios en lista de espera.

El desafío del mercado

Carmi destaca que «hay más juegos que jugadores» en la industria móvil, donde la competencia por captar usuarios es feroz. Su solución automatiza la generación de contenido promocional, un sector que mueve 29.000 millones anuales según AppsFlyer.

De los gráficos a los algoritmos

La industria de videojuegos impulsó el desarrollo de las GPU en los 90, y ahora adopta masivamente IA para diseño y marketing. AppLovin, competidor de Sett, acaba de vender sus estudios de juegos por 800 millones para enfocarse en herramientas basadas en inteligencia artificial.

¿Hasta dónde llegará la automatización?

Sett planea expandir su tecnología hacia el desarrollo integral de juegos, aunque inversores como Akin Babayigit advierten que los detalles «superimportantes» aún requieren intervención humana. El éxito de su modelo dependerá de cómo equilibren innovación y calidad en un mercado hipercompetitivo.