Hongo tóxico vinculado a alta incidencia de ELA en pueblo francés

Investigadores relacionan el hongo Gyromitra gigas con 14 casos de ELA en Montchavin entre 1990 y 2018, sugiriendo que sus toxinas podrían dañar el ADN a largo plazo.
xataka.com
Una tienda de deportes en una villa alpina y un hongo en el suelo cubierto de hojas secas.
Una imagen dividida en dos partes: un entorno urbano con una tienda deportiva y un hongo en un entorno natural.

Investigadores vinculan un hongo tóxico con alta incidencia de ELA en pueblo francés

El hongo Gyromitra gigas podría explicar los 14 casos de ELA detectados en Montchavin entre 1990 y 2018. Un estudio publicado en 2021 sugiere que las toxinas de este alimento, tratado para reducir su peligro, podrían dañar el ADN a largo plazo. La hipótesis divide a la comunidad científica por la pequeña muestra analizada.

Un pueblo alpino bajo la lupa científica

La neuróloga francesa Emmeline Lagrange investigó la inusual concentración de ELA en Montchavin, donde se registraron 14 casos en 28 años, incluyendo residentes temporales. El pueblo tiene una incidencia muy superior a la media mundial (1-2,6 casos anuales por 100.000 habitantes). El equipo descartó factores genéticos, contaminantes ambientales y el radón como causas principales.

La pista del Pacífico

Los investigadores hallaron un paralelismo con la isla de Guam, donde el consumo de semillas tóxicas mal procesadas se asoció a enfermedades neurológicas. «El tratamiento culinario no elimina todas las toxinas», explica el periodista Terence Monmaney. En Montchavin, la sospecha recayó en el Gyromitra gigas, un hongo local similar a la morilla que se consume tras hervirlo para reducir su toxicidad.

¿Un hongo culpable?

El estudio, publicado en el Journal of the Neurological Sciences, señala que los afectados tenían relación con la recolección o ingesta de este hongo. Sin embargo, algunos expertos cuestionan la teoría: «La muestra es demasiado pequeña para confirmar causalidad», advierten. La ELA sigue sin cura, aunque existen tratamientos paliativos.

Cuando la gastronomía esconde riesgos

La ELA afecta principalmente a mayores de 50 años, provocando pérdida progresiva de movilidad y función muscular. Solo el 10% de los casos tienen origen genético; el resto se atribuye a factores como tabaquismo o exposición a toxinas. El caso de Montchavin abre un debate sobre el impacto de sustancias neurotóxicas en alimentos aparentemente inocuos.

Un misterio que sigue sobre la mesa

La posible relación entre el hongo y la ELA necesita más investigación para ser confirmada. Mientras, el estudio refuerza la importancia de analizar toxinas ambientales y hábitos alimenticios en zonas con alta prevalencia de enfermedades neurodegenerativas.