China extraía gas natural con tuberías de bambú hace 2.000 años
La provincia de Sichuan desarrolló técnicas avanzadas de perforación y transporte de gas. Milenios antes de la industria petrolera moderna, los chinos utilizaban sistemas de bambú y herramientas especializadas. Este hallazgo redefine la historia de la energía.
«Una ingeniería milenaria adelantada a su tiempo»
Durante el Periodo de los Reinos Combatientes (480–221 a.C.), China ya perforaba pozos de hasta 250 metros de profundidad. Para el siglo XIX, alcanzaban más de 1.000 metros, usando brocas adaptadas y soluciones como tubos de bambú con válvulas. El pozo Shenghai marcó un hito en 1835 al superar esa profundidad.
Del gas no deseado a la revolución energética
Inicialmente, el gas natural era un subproducto de la extracción de salmuera. La deforestación impulsó su uso para calefacción y evaporación de sal. Inventos como el tambor Kang Pen y un carburador primitivo optimizaron su aprovechamiento. Los perforadores incluso ubicaban pozos según formaciones geológicas.
Una red industrial de bambú
Se construyeron cientos de kilómetros de tuberías de bambú selladas con cemento de aceite de Tung. En los años 50, aún funcionaban 95 km de estas conducciones. La operación requería turnos continuos y contratos legales, transformando ciudades como Zigong en centros industriales.
Legado que perdura
La región de Sichuan sigue produciendo 30.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, parte de pozos perforados hace siglos. Aunque peligrosa (en 2003 hubo una explosión con 233 muertos), su tecnología evitó mayores catástrofes. El Museo de la Sal de Shanxi preserva este legado.
Reescribiendo la historia de la energía
El sistema chino eclipsó a operaciones premodernas en Europa o Asia Central. Su continuidad y eficiencia demostraron que las civilizaciones antiguas eran capaces de hazañas técnicas insospechadas.
Más que un vestigio
Este descubrimiento no solo cuestiona el origen de la industria energética moderna, sino que revela cómo la necesidad y la innovación pueden surgir mucho antes de lo imaginado.