Abogado de Hegseth enfrenta críticas por conflicto de intereses
Tim Parlatore asesora al secretario de Defensa mientras representa a clientes que demandan al gobierno. Su doble rol genera preocupación entre expertos legales y dentro del Pentágono. Parlatore coordina una investigación de filtraciones clave mientras litiga contra la Marina.
«Un abogado con acceso privilegiado»
Tim Parlatore, asesor personal del secretario de Defensa Pete Hegseth, también representa a clientes que enfrentan cargos federales, incluido el exalmirante Robert Burke, acusado de corrupción. «Es una oportunidad publicitaria única: ‘Contráteme porque tengo acceso inusual'», señala Joshua Kastenberg, experto en derecho militar.
La doble función bajo la lupa
Parlatore, recomisionado en la Reserva Naval en marzo, participa activamente en reuniones clave del Pentágono, aunque carece de autorización para información ultrasecreta. Dos fuentes anónimas revelan que su presencia frecuente ha generado incomodidad interna, especialmente en la oficina del secretario.
El juicio que pone a prueba su rol
La próxima semana, Parlatore defenderá a Burke en un caso donde testigos de la Marina podrían verse influenciados por su cercanía con Hegseth. Fiscales ya alertaron al juez sobre el «potencial conflicto», pero el tribunal descartó objeciones tras la aceptación del acusado.
Antecedentes polémicos
Parlatore ganó notoriedad como abogado de Donald Trump en los casos de documentos clasificados y el asalto al Capitolio. Ahora, su firma representa principalmente a militares retirados, «un negocio que se beneficia de su proximidad al secretario», según una fuente del Pentágono.
¿Hasta dónde llega la permisividad?
Expertos consultados por POLITICO coinciden en que, aunque el caso no viola formalmente las normas éticas, genera dudas sobre la imparcialidad del sistema. «No pasa la prueba del olfato», afirma Kastenberg, mientras Kathleen Clark advierte que los fiscales son los más perjudicados ante posibles testigos intimidados.
Entre el servicio y el negocio
Parlatore insiste en que su trabajo cumple las reglas para reservistas y niega usar influencias políticas. «Vendo habilidad legal, no conexiones», declaró. Sin embargo, su involucramiento en investigaciones sensibles y juicios contra el gobierno mantiene el debate abierto.
Un cierre con más preguntas
El caso expone los límites difusos entre el servicio público y los intereses privados en Washington. Mientras el juicio a Burke avanza, la sombra de un posible «trato preferencial» seguirá persiguiendo a Parlatore y al equipo de Hegseth.