EE.UU. busca más países para deportar migrantes a prisiones extranjeras
El Gobierno de Trump envió a 240 venezolanos a una cárcel en El Salvador. El secretario de Estado Marco Rubio confirmó que negocian con otras naciones para ampliar el programa. La medida usa una ley de 1798 y enfrenta críticas por falta de garantías procesales.
«Países lejanos para los más despreciables»
Rubio declaró que buscan «enviar a los seres humanos más despreciables» a prisiones fuera de EE.UU., priorizando destinos lejanos. El programa, inicialmente enfocado en criminales, ya deportó a venezolanos acusados de pertenecer a la banda Tren de Aragua, aunque familiares y abogados niegan esos vínculos.
Polémica por condiciones y errores
La cárcel salvadoreña usada es notoria por su dureza. El caso de Kilmar Abrego García, salvadoreño deportado por error pese a riesgo de persecución, generó tensiones. Rubio evitó comentar si gestiona su retorno, alegando que «la política exterior es competencia del presidente».
Una ley de 1798 en el siglo XXI
Trump reactivó el Alien Enemies Act, norma de 1798 que permite deportar extranjeros en contextos bélicos, para justificar las deportaciones. Venezuela no aceptaba el retorno de sus ciudadanos, según EE.UU., lo que llevó a usar terceros países.
Seguridad nacional vs. derechos
Rubio defendió el programa como cumplimiento del mandato de Trump de «proteger a EE.UU.», aunque omite casos como el de Abrego García. La Corte Suprema ordenó su repatriación, pero el Gobierno mantiene su postura, evidenciando tensiones entre seguridad y garantías procesales.