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Zehntaus celebran el Día del Trabajo en las calles de Berlín

Miles de personas llenaron Kreuzberg en una fiesta espontánea a pesar de la cancelación del festival 'MyFest'. La policía implementó medidas de seguridad contra posibles ataques vehiculares.
ZEIT ONLINE
Dos personas de espaldas frente a una multitud en un evento al aire libre.
Imagen capturada desde el escenario de un evento al aire libre, mostrando a un hombre y una mujer de pie de espaldas a la cámara, saludando a la multitud.

Zehntaus celebran el Día del Trabajo en las calles de Berlín

Miles de personas llenaron Kreuzberg en una fiesta espontánea. A pesar de la cancelación del festival «MyFest», la tradición continuó con música, baile y venta de bebidas en plena calle. La policía implementó medidas de seguridad contra posibles ataques vehiculares.

«Kreuzberg se convierte en una fiesta al aire libre»

El barrio berlinés, conocido por su ambiente alternativo, recibió a una multitud mayoritariamente joven que llegó desde distintas zonas de la ciudad. Bares y puestos improvisados sirvieron alcohol en las aceras, mientras equipos de sonido animaban el ambiente. «Algunas calles colapsaron, impidiendo el tráfico vehicular», según testigos.

Seguridad reforzada

Las autoridades desplegaron bloques móviles (poller) para prevenir atropellos intencionados, una medida anunciada previamente ante el riesgo de ataques terroristas. La celebración, sin incidentes graves, solía prolongarse hasta la madrugada en ediciones anteriores.

De la protesta a la fiesta

El 1 de mayo en Kreuzberg mezcla históricamente reivindicaciones laborales con festejos callejeros. Aunque este año estaba prevista una manifestación en el parque Görlitzer, el ambiente se centró en la celebración lúdica. El evento «MyFest», cancelado años atrás por quejas vecinales, no logró frenar la tradición espontánea.

Una noche larga por delante

La ausencia de organización formal no redujo la afluencia. La policía mantuvo un operativo discreto mientras la fiesta seguía su curso hacia altas horas. Las imágenes de calles abarrotadas y música a todo volumen definieron el día en uno de los distritos más icónicos de la capital alemana.