Departamento de Educación cancela subvenciones para salud mental tras tiroteo en Texas
Recorta 1.000 millones de dólares en fondos aprobados tras el ataque en Uvalde. La decisión afecta a programas de formación de profesionales para escuelas. El gobierno alega conflicto con sus prioridades políticas.
«Un retroceso en la lucha contra la violencia armada»
El Departamento de Educación anunció la cancelación de subvenciones incluidas en la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras, aprobada en 2022 tras el tiroteo en la escuela Robb Elementary (Uvalde, Texas). Los fondos buscaban formar psicólogos y trabajadores sociales para centros educativos. Brandy Brown, funcionaria del departamento, justificó la medida al afirmar que los programas «reflejan las prioridades de la administración anterior» y violan derechos civiles.
Reacción política y social
La decisión generó críticas inmediatas. Emma Brown, de la organización Giffords, advirtió que «costará vidas de niños estadounidenses». La congresista demócrata Rosa DeLauro calificó la cancelación como «un mazazo a años de acuerdos bipartidistas», destacando que los fondos cubrían servicios esenciales en escuelas con acceso limitado a salud mental.
Un giro en las prioridades
El portavoz del departamento, Madi Biedermann, acusó a los beneficiarios de usar fondos para «acciones basadas en raza» sin relación con la salud mental. La administración actual planea «reimaginar» los programas, aunque no detalló alternativas. Las subvenciones canceladas habían recibido apoyo unánime tras el tiroteo de 2022, donde murieron 19 niños y dos docentes.
Heridas que no cierran
El tiroteo en Uvalde impulsó la primera ley federal significativa sobre control de armas en décadas. La norma incluía fondos para salud mental escolar, un enfoque clave ante la creciente violencia armada en EE.UU., que ya era la principal causa de muerte infantil en 2022.
Un futuro incierto para las escuelas
La cancelación deja en suspenso programas en miles de centros educativos. Mientras el gobierno promete rediseñar las ayudas, organizaciones advierten que millones de estudiantes perderán apoyo psicológico crítico. El impacto se medirá en un país donde los tiroteos escolares siguen siendo una amenaza constante.