Taxista de Múnich revela impacto de apps y patinetes en ingresos

Max, taxista en Múnich, explica cómo las apps y patinetes reducen sus ingresos por menos propinas y viajes cortos, dependiendo del efectivo para compensar.
ZEIT ONLINE
Vista aérea de una intersección con tres coches circulando.
Imagen aérea que captura tres coches circulando en una intersección.

Taxista muniqués revela cómo afectan las apps y patinetes a sus ingresos

Max gana 1.600 euros mensuales, pero depende del dinero extra en efectivo. El conductor explica que los clientes por app dan menos propinas y los patinetes reducen sus viajes cortos. Aun así, valora conversar con pasajeros para mejorar sus ganancias.

«Con la app, las propinas casi desaparecen»

Max, taxista en Múnich desde hace décadas, detalla que el 90% de los clientes ahora piden taxi mediante aplicaciones, donde las propinas son «raras o de solo 1 euro». En cambio, los pagos en efectivo generan más dinero extra, especialmente con personas mayores, quienes suelen ser más generosas.

Los desafíos del sector

La llegada de los patinetes eléctricos ha reducido los trayectos cortos, mermando parte de sus ingresos habituales. Además, los viajeros de negocios «no dan propina», ya que sus empresas lo prohíben. Pese a ello, Max destaca que ha transportado desde personas sin hogar hasta al presidente de Alemania, y ambos le dejaron propina.

Un oficio de conversación y supervivencia

El taxista afirma que sin las propinas, su sueldo base no sería suficiente. Por eso, intenta entablar diálogo con los clientes, aunque evita hablar con ejecutivos: «Si sube un hombre de negocios, no inicio conversación». Reconoce que no hay una fórmula mágica para recibir más dinero extra, pero la cercanía ayuda.

De la calle a las pantallas

El sector del taxi enfrenta cambios drásticos: las apps desplazaron a los viajes espontáneos y los patinetes compiten en distancias cortas. Max recuerda que antes era común parar taxis en la calle o llamar por teléfono, pero hoy eso representa menos del 10% de sus servicios.

Un euro más, un euro menos

El relato de Max ilustra la precariedad invisible en empleos tradicionales. Mientras las empresas priorizan la eficiencia digital, trabajadores como él dependen de gestos puntuales para equilibrar sus finanzas. Su experiencia refleja un mercado laboral donde la tecnología redefine las formas de pago, pero no siempre las necesidades básicas.