Restaurantes bolivianos estudian sustituir empleados por máquinas tras alza salarial
El sector gastronómico prevé despidos e informalidad por el incremento del 10% al salario mínimo. La medida gubernamental, que eleva el sueldo a Bs 2.750, entrará en vigor este 1 de mayo. Empresarios advierten sobre el riesgo de cierres y pérdida de empleos formales.
«Invertir en máquinas es más rentable que pagar salarios»
Carlos Caero, presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, reveló que algunas empresas ya recortaron personal y evalúan comprar equipos para reemplazar trabajadores. «Es preferible invertir en una máquina que dure años y evitar incrementos anuales», afirmó. Admitió que su propio restaurante despidió a dos empleados y planea automatizar procesos.
Impacto en la formalidad laboral
Caero alertó que el aumento impulsará la informalidad, con pagos por día o sin planillas. «Varias empresas no podrán asumir Bs 2.750», sostuvo. Jorge Vaca, de la Cámara Hotelera, tachó la medida de «abusiva e irresponsable» y pronosticó más despidos y cierres. «El valor adquisitivo se pierde igual», criticó.
Un decreto con fecha fija
El Gobierno oficializará el incremento salarial (10% al mínimo y 5% al haber básico) este 1 de mayo, durante las conmemoraciones del Día del Trabajador. El sector gastronómico, clave en generación de empleo, fue el primero en reaccionar con alternativas drásticas.
Salarios que no alcanzan
Bolivia enfrenta una presión inflacionaria que erosiona el poder adquisitivo, pese a los ajustes salariales anuales. La última alza ocurre en un contexto donde empresarios ya reportaban dificultades para mantener empleos formales.
¿Menos empleos, más máquinas?
La medida podría acelerar la automatización en rubros como gastronomía, mientras analistas observan si el Gobierno implementará políticas complementarias para mitigar el impacto laboral. La tensión entre costos empresariales y protección al trabajador marca el debate.