Líderes que controlan cada detalle frustran a sus equipos
El micromanagement reduce productividad y aumenta rotación laboral. Un artículo del 29 de abril analiza este estilo de liderazgo basado en control excesivo, sus efectos negativos y alternativas para jefes y empleados.
«Cuando el jefe no suelta el mando»
El micromanagement ocurre cuando supervisores intervienen incluso en tareas mínimas, como revisar frases en presentaciones o dosificaciones médicas. Según la teoría de David McClelland, algunos líderes actúan así por motivación de poder. Esto genera frustración, menor rendimiento y más renuncias.
Cómo cambiar la dinámica
Los jefes pueden mejorar reflexionando sobre su conducta y definiendo roles claros. Los empleados, por su parte, deben hablar abiertamente del problema y negociar acuerdos. Si persiste, la opción es cambiar de área o renunciar.
Raíces del control extremo
El texto vincula este comportamiento con la necesidad psicológica de dominar, no necesariamente con incompetencia del equipo. Ejemplos como médicos que revisan dosis ya anotadas muestran desconfianza sistemática.
Libertad con responsabilidad
La solución pasa por equilibrio: autonomía con supervisión estratégica. Sin cambios, el costo es alto: equipos desmotivados y pérdida de talento. El desafío es construir confianza mutua.