Ocasio-Cortez decide su futuro político tras la renuncia de Connolly
La congresista estadounidense evalúa asumir el liderazgo en el Comité de Supervisión. La vacante se produce por motivos de salud del titular anterior. Su decisión podría influir en la oposición demócrata a Trump.
«Una encrucijada con eco nacional»
Alexandria Ocasio-Cortez (35 años) enfrenta una elección clave tras la renuncia de Gerry Connolly como líder demócrata del Comité de Supervisión de la Cámara. Perdió el puesto ante él hace cinco meses, pero ahora colegas y aliados debaten si debe optar por este rol o enfocarse en una proyección nacional más amplia. «Ella redefine el futuro del partido», señaló un aliado anónimo.
Presión interna versus ambición nacional
Dentro del Caucus Demócrata, muchos apoyan su candidatura para el Comité, destacando su capacidad comunicativa y oposición firme a Trump. Rep. Emily Randall (D-Wash.) afirmó: «Los votantes quieren ver lucha, y Alex es clave». Sin embargo, exasesores como Corbin Trent argumentan que su impacto sería mayor «construyendo un movimiento nacional».
Los obstáculos en el camino
Stephen Lynch (D-Mass.), designado interino por Connolly, ya anunció su candidatura permanente. Aunque Lynch tiene respaldo inicial, su historial moderado lo debilita frente a la base progresista. Si Ocasio-Cortez no compite, otros jóvenes demócratas como Jasmine Crockett (Texas) o Ro Khanna (California) podrían postularse.
De la oposición local a la influencia global
Ocasio-Cortez pasó de ser líder del «Squad» (ala izquierdista) a buscar cohesión con el establishment demócrata. Su gira con Bernie Sanders y su recaudación para el partido muestran un perfil en ascenso, pero el Comité de Supervisión ofrecería herramientas concretas para investigar al gobierno de Trump si los demócratas recuperan la Cámara en 2026.
¿Escenario político o palanca de cambio?
La decisión de Ocasio-Cortez reflejará si prioriza el poder institucional o un movimiento nacional. Mientras aliados instan a «corregir el error» de no elegirla antes, otros ven en ella una figura capaz de trascender el Congreso. Su silencio, por ahora, mantiene en vilo a ambos bandos.