Putin anuncia tregua en Ucrania pero endurece postura sobre territorios anexados
Rusia exige reconocimiento internacional de Crimea y otras regiones ocupadas. El alto al fuego de tres días coincide con el aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. Ucrania lo califica de «manipulación» y Occidente lo recibe con escepticismo.
«Tregua condicionada a demandas maximalistas»
Vladimir Putin propone un cese de hostilidades del 8 al 11 de mayo, vinculado a las celebraciones del Día de la Victoria. «Es otro intento de engaño para silenciar críticas durante su desfile», denuncia el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en redes sociales. La anterior tregua por Pascua fue violada miles de veces según Kiev.
Exigencias sin margen
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró a medios brasileños que no habrá paz sin reconocimiento de Crimea, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia como territorios rusos. La postura se endurece tras las declaraciones de Donald Trump, quien afirmó que «Crimea seguirá siendo rusa» en una entrevista con Time.
El tablero geopolítico
Estados Unidos presentó a Ucrania un plan que incluye ceder Crimea a cambio de reconocimiento diplomático, rechazado categóricamente por Kiev. La UE mantiene su posición: «Crimea es Ucrania», reiteró la jefa de diplomacia europea, Kaja Kallas. Trump, sin embargo, aseguró que Zelenski «aceptaría» la pérdida del territorio.
De Yalta a Telegram
Rusia anexó Crimea en 2014 y ocupó parcialmente cuatro regiones ucranianas en 2022. Desde entonces, insiste en legitimar estas conquistas. El Kremlin históricamente ha rechazado treguas permanentes sin capitulación previa de Ucrania, mientras Occidente denuncia violaciones sistemáticas de acuerdos temporales.
Un alto al fuego con fecha de caducidad
La tregua de mayo parece un gesto simbólico en un conflicto estancado. Su cumplimiento dependerá de fuerzas en el terreno, mientras las exigencias rusas alejan cualquier negociación real. La comunidad internacional enfrenta el dilema de aceptar hechos consumados o prolongar una guerra de desgaste.