Trump asiste al funeral del Papa Francisco en el Vaticano
El presidente estadounidense rompe su aislamiento diplomático para honrar al pontífice. Acudió junto a líderes mundiales en un gesto inusual, marcado por tensiones políticas y diferencias ideológicas. El evento reunió a más de 250.000 personas y 130 delegaciones extranjeras.
«Un encuentro bajo el sol de Roma»
Donald Trump asistió el 26 de abril de 2025 al funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, siendo solo el segundo presidente en ejercicio de EEUU en acudir a un funeral papal. Durante el acto, mantuvo conversaciones con Emmanuel Macron (Francia), Volodímir Zelenski (Ucrania) y Ursula von der Leyen (UE), a pesar de su política aislacionista. El servicio incluyó una lectura en inglés que criticaba indirectamente el «America First».
Diplomacia en primera fila
Trump, vestido de azul marino en lugar del tradicional negro, recibió atención inmediata de otros líderes al llegar. Mientras Biden socializaba con selfis, él mantuvo encuentros breves pero significativos. «Necesitamos a EEUU», parecían decir los gestos europeos, mientras Zelenski buscó su apoyo en plena basílica.
Legado dividido, audiencia unida
Francisco fue un crítico de las políticas de Trump, especialmente el muro fronterizo y el recorte de ayuda internacional. Sin embargo, el 59% de los católicos votaron por Trump en 2024, un factor clave para su asistencia. «Vine por respeto… y porque gané su voto», declaró el mandatario.
El último adiós, sin pompa
El Papa fue enterrado en Santa María la Mayor solo con 40 invitados marginados, reflejando su estilo humilde. Trump, en cambio, salió reforzado simbólicamente: su vicepresidente JD Vance (católico) había sido el último líder en reunirse con Francisco antes de su muerte.
De muros a puentes (temporales)
La relación entre Trump y el Vaticano fue tensa desde 2016, cuando el Papa calificó de «no cristianos» a quienes construyen muros. Pese a ello, la necesidad mutua acercó a EEUU y Europa en este acto, aunque sin cambios concretos en políticas como los aranceles o la ayuda exterior.
Lo que queda después de las campanas
El funeral mostró la paradoja de un Trump aislacionista buscando relevancia global, mientras honraba a un pontífice que defendió lo opuesto. El impacto real en las relaciones internacionales dependerá de si este acercamiento fue un gesto puntual o el inicio de un deshielo.