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Monseñor Gualberti despide al papa Francisco como pastor humilde

El Arzobispo de Santa Cruz destacó los 12 años de servicio del pontífice, recordando su labor con los más vulnerables durante la misa exequial.
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Hombre mayor con atuendo rojo y birrete en un evento religioso con otros clérigos al fondo.
Un clérigo de edad avanzada habla en un evento religioso, rodeado de otros miembros del clero vestidos con vestimentas litúrgicas.

Monseñor Gualberti despide al papa Francisco como «pastor humilde y de gran humanidad»

El Arzobispo de Santa Cruz destacó los 12 años de servicio del pontífice. La misa exequial se celebró este sábado en la Catedral cruceña, donde se recordó su labor con los más vulnerables. Francisco falleció el 21 de abril a los 88 años.

«Un pastor con olor a oveja»

Monseñor Sergio Gualberti describió al papa Francisco como «un hombre entregado y misericordioso», que vivió «en medio de la gente». Subrayó su visita al penal de Palmasola en Santa Cruz, donde el pontífice «recordó que era un hombre salvado de sus pecados».

Compasión por los marginados

Gualberti resaltó que «le afectaba el dolor de pobres, enfermos, migrantes y presos». El papa impulsó el diálogo interreligioso y realizó «50 viajes a las periferias para compartir el evangelio».

Legado de paz y cercanía

Durante la homilía, se recordó que Francisco «no cesó de implorar la paz y ocuparse de los últimos de la Tierra». El Arzobispo pidió a los fieles «orar por él y pedirle paz» en su último adiós.

Un pontificado marcado por la sencillez

Francisco fue el primer papa jesuita y latinoamericano, elegido en 2013. Su estilo cercano y su enfoque en la justicia social renovaron la imagen de la Iglesia Católica, aunque enfrentó críticas por reformas internas.

Adiós a un símbolo de humildad

La muerte del pontífice cierra un capítulo en la historia reciente de la Iglesia. Su legado, centrado en los vulnerables y el diálogo, queda como referencia para el catolicismo global.