Miles de personas despiden al papa Francisco en la Basílica de San Pedro
Más de 90.000 personas han visitado al pontífice en dos días. La basílica permaneció abierta casi sin interrupciones para permitir el acceso de los fieles. El funeral se celebrará el sábado con la asistencia de 50 jefes de Estado.
«Una despedida bajo la lluvia y en silencio»
Miles de personas, procedentes de todo el mundo, formaron largas colas bajo la lluvia para despedir al papa Francisco, fallecido el lunes a los 88 años. «No me importa cuánto espere, es mi oportunidad de honrarlo», dijo Emiliano Fernández, un mexicano que aguardó desde medianoche. La basílica solo cerró brevemente para limpieza.
Historias de devoción
Robert Healy viajó desde Irlanda expresamente para el homenaje: «Era importante estar aquí». Familias como los Scorpati, de Calabria, llevaron a sus hijos pequeños: «Vinimos porque no pudieron verlo en vida». Una mujer rezó por una operación exitosa, mientras monjas y peregrinos compartían experiencias en la fila.
Seguridad y protocolo para el funeral
Italia desplegó drones y patrullas a caballo para garantizar la seguridad. 130 delegaciones confirmaron su asistencia, incluidos el expresidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski. El cardenal francés Jean-Paul Vesco destacó: «Ahora solo estamos aquí por Francisco».
Un legado de inclusión
El pontificado de 12 años de Francisco se caracterizó por su enfoque en los pobres y la apertura. Ivenes Bianco, una devota italiana, lo recordó por «unir a la gente y aceptar a la comunidad LGTBI». Tras el funeral, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, cerca de su icono mariano favorito.
El camino hacia un nuevo papa
Los 113 cardenales presentes iniciaron conversaciones privadas sobre la Iglesia. El cónclave para elegir al sucesor comenzará después del 5 de mayo, con 134 cardenales electores. El español Antonio Cañizares no asistirá por salud, mientras el bosnio Vinko Puljic sí participará.
«Hasta siempre, Francisco»
El funeral marcará el cierre de un pontificado que transformó a la Iglesia. La Basílica de San Pedro, testigo de emocionados adioses, prepara ahora su última misa multitudinaria para el «papa de los gestos simples».