Trump afirma no poder liberar a migrante deportado a El Salvador
El presidente estadounidense asegura no tener influencia sobre su aliado Nayib Bukele. La Corte Suprema ordenó repatriar a Kilmar Abrego García, enviado por error a una prisión salvadoreña. Expertos critican la contradicción con anteriores liberaciones de detenidos.
«Una paradoja de poder»
Donald Trump ha logrado liberar presos en países adversarios como Irán, pero ahora alega impotencia frente a El Salvador, gobernado por su aliado Bukele. «Es absurdo y cruel», afirma Eliot Cohen, exdiplomático de EE.UU. Analistas señalan que Trump podría presionar con sanciones o cortar fondos al centro CECOT, donde están los deportados.
Herramientas no utilizadas
Expertos enumeran opciones: congelar remesas, imponer aranceles o vetar visas a funcionarios salvadoreños. En 2025, Trump aplicó esta última medida a Sudán del Sur con éxito. Sin embargo, la Casa Blanca no responde sobre su estrategia con Abrego García, a quien acusan sin pruebas de pertenecer a pandillas.
Bukele, el aliado incómodo
El mandatario salvadoreño, autodenominado «el dictador más cool», propone un intercambio de prisioneros con Venezuela. Mientras, demócratas visitan CECOT para denunciar violaciones al debido proceso. La Corte Suprema ya frenó más deportaciones, aumentando la presión política sobre Trump.
Juego de lealtades
Bukele apuesta todo a Trump, siguiendo la tendencia de líderes que se alinean con el Partido Republicano. Si los demócratas recuperan el poder, podrían revertir acuerdos con sanciones económicas. El Salvador depende en un 24% de las remesas desde EE.UU., según datos oficiales.
Lo que queda en el tablero
La repatriación de Abrego García dependerá del cálculo político de Trump. Analistas como Ivo Daalder insisten en que devolverlo sería una salida rápida, pero el presidente prioriza su discurso antiinmigración. Mientras, Bukele podría pagar un alto precio por su alineación partidista.