El Pentágono reanuda la atención médica para tropas transgénero
Un tribunal ordenó restablecer los tratamientos tras declarar inconstitucional la política restrictiva del secretario de Defensa Pete Hegseth. La medida supone un revés para el gobierno de Trump, que apelará al Supremo.
«Volver a la política de la era Biden»
Según un memo obtenido por POLITICO, el Departamento de Defensa retomará desde el 21 de abril terapias hormonales, cirugías y apoyo psicológico para militares transgénero. «Es un diagnóstico como cualquier otro», afirma el subsecretario de Salud Stephen Ferrara. La decisión responde a una orden judicial de marzo que anuló las restricciones de Hegseth por discriminatorias.
Presión política y batalla legal
Hegseth, aliado clave de Trump, defendió prohibir a personas con disforia de género alegando que afecta la «capacidad letal» del ejército. Sin embargo, dos jueces federales rechazaron ese argumento: «No hay pruebas de que perjudiquen la preparación militar», sentenció el juez Benjamin Settle. El gobierno apelará al Supremo, pero por ahora debe cumplir el fallo.
Repercusión en las filas
La medida protege a más de 1.000 militares transgénero en activo. 14 senadores demócratas, liderados por la veterana Tammy Duckworth, acusaron a Hegseth de «rechazar a patriotas dispuestos a servir» en un ejército con graves problemas de reclutamiento. Mientras, el secretario de Defensa celebró en un discurso «el fin de la confusión de género» en las fuerzas armadas.
Una guerra cultural con raíces
Trump prohibió a personas transgénero en el ejército en 2017 y repitió la medida al inicio de su actual mandato. Grupos LGTBQ+ la calificaron de discriminatoria, mientras Hegseth convertía el tema en bandera de su gestión. Un memo interno de febrero ya declaraba «incompatibles» con el servicio a quienes tuvieran disforia de género.
Un pulso que sigue en los tribunales
El Pentágono cumple la orden judicial pero mantiene su batalla legal. Analistas ven en la decisión una capitulación táctica tras perder en cortes inferiores. Mientras, el gobierno insiste en su recurso al Supremo para reinstaurar la prohibición definitiva.