Premio Nobel afirma que la muerte no está programada en nuestros genes
Venkatraman Ramakrishnan sostiene que el envejecimiento es un efecto colateral de la evolución. El bioquímico, galardonado en 2009, presentó esta teoría en el Milan Longevity Summit. Critica las soluciones antienvejecimiento sin base científica y alerta sobre los impactos sociales de una vida más larga.
«La evolución solo selecciona rasgos para transmitir genes»
Ramakrishnan, autor de Why We Die, explica que la muerte no es un mandato biológico, sino un resultado secundario de procesos evolutivos enfocados en la reproducción. «La selección natural ignora la longevidad una vez cumplida esa función», afirmó durante su ponencia. La vejez surge de cómo el cuerpo distribuye recursos entre crecimiento, mantenimiento y reproducción.
Advertencia sobre el «negocio del antiaging»
El Nobel alertó sobre productos milagro sin respaldo científico que aprovechan el miedo a morir. «Debemos desconfiar», insistió, aunque reconoció avances en modelos animales. «Mutaciones que alargan la vida en gusanos pueden ser peligrosas en humanos», matizó.
El dilema social de la inmortalidad
Ramakrishnan plantea que una sociedad longeva con baja natalidad perdería dinamismo. Citando a Vargas Llosa, recordó: «La eternidad eliminaría los incentivos vitales». Pese a los hallazgos, las aplicaciones clínicas en humanos siguen siendo limitadas.
La ciencia detrás de la longevidad
Sus investigaciones con gusanos revelaron mecanismos celulares clave, pero la complejidad en humanos es mayor. Aunque teóricamente se podría eludir la muerte, advierte que esto generaría nuevos problemas.
Un futuro donde el tiempo pierde valor
La reflexión del Nobel trasciende la biología: una vida extremadamente larga afectaría la innovación y la renovación generacional. Sin juicios, su análisis invita a reconsiderar el envejecimiento como parte esencial de la existencia.