Trump y Johnson rechazan subir impuestos a los más ricos en EE.UU.

El presidente y el líder de la Cámara descartan aumentar el tipo máximo del IRPF, alegando que provocaría fuga de capitales, mientras negocian un paquete de 4,5 billones de dólares.
POLITICO
Un hombre con gafas y traje habla frente a un micrófono mientras una multitud lo rodea.
Una figura central, con gafas y traje oscuro, gesticula mientras habla ante un micrófono rodeado por personas que sostienen dispositivos electrónicos y cámaras.

Trump y Johnson rechazan subir impuestos a los más ricos en EE.UU.

El presidente y el líder de la Cámara descartan aumentar el tipo máximo del IRPF. La medida buscaba compensar recortes fiscales, pero ambos alegan que provocaría la fuga de capitales. Ocurre mientras los republicanos negocian un paquete de 4,5 billones de dólares.

«No subiremos los tipos: es contra nuestros principios»

Donald Trump advirtió en la Oficina Oval que una subida sería «muy disruptiva»: «Los ricos dejarían el país, no solo los estados». Mike Johnson, portavoz republicano en la Cámara, insistió en Fox News: «Nuestro partido siempre se ha opuesto a esto». Ambos cerraron el debate tras rumores de que se estudiaba elevar el tipo del 37% al 39,6%.

El plan B republicano

Con la idea descartada, el GOP busca alternativas para recortar 2 billones de dólares y cumplir su presupuesto. Johnson adelantó que los comités legislativos acelerarán desde abril un «gran proyecto» con extensiones fiscales, seguridad fronteriza y defensa. «Queremos aprobarlo para el Día de los Caídos», afirmó.

Antecedentes: la batalla por los 300.000 millones

Algunos republicanos habían valorado dejar que el tipo impositivo para rentas altas volviera automáticamente al 39,6% en 2026, lo que ahorraría 300.000 millones. Figuras como Newt Gingrich criticaron la idea, mientras el partido prioriza recortes de 4,5 billones y estabilizar la bolsa.

Un cierre en falso con consecuencias

La decisión de Trump y Johnson obliga al partido a encontrar nuevos ahorros para su agenda. El proyecto sigue su curso, pero la exclusión de esta medida reduce opciones para equilibrar las cuentas. Los mercados y las políticas energéticas centran ahora el debate.