EEUU debate levantar sanciones al gasoducto ruso Nord Stream 2
El Gobierno estadounidense evalúa flexibilizar medidas contra activos energéticos rusos. La discusión enfrenta al enviado especial Steve Witkoff con sectores del Departamento de Estado y defensores de las exportaciones energéticas de EEUU, según fuentes cercanas a las conversaciones.
«Un giro en la política hacia Rusia»
La Casa Blanca analiza eliminar sanciones al gasoducto Nord Stream 2 y otros activos rusos en Europa como parte de negociaciones para terminar la guerra en Ucrania. Cinco fuentes familiarizadas con el debate confirmaron a POLITICO que el enviado especial Steve Witkoff lidera la propuesta, pese a las críticas internas.
Rechazo oficial y divisiones
Witkoff y el secretario de Estado Marco Rubio negaron en un comunicado conjunto que existan «conversaciones para levantar sanciones». Sin embargo, fuentes internas revelaron que Rubio y el secretario del Interior, Doug Burgum, intentan frenar la iniciativa. Burgum preside el Consejo de Dominio Energético de la Casa Blanca y defiende los intereses de exportadores estadounidenses de gas.
Riesgos para el mercado energético
Reactivar Nord Stream 2 —cuya segunda línea sigue operativa— o el proyecto Ártico 2 (con capacidad para 13.2 millones de toneladas anuales de gas) reduciría los precios globales y perjudicaría a empresas estadounidenses como Cheniere Energy, según analistas. Laurent Ruseckas de S&P Global Commodity Insights advirtió que «reintroducir gas ruso afectaría la demanda de GNL estadounidense».
Entre espías y lobistas
El debate incluye presiones externas: Stephen Lynch, inversionista de Monte Valley Partners, busca comprar el gasoducto con aprobación del Tesoro de EEUU. Paralelamente, Matthias Warnig —sancionado por EEUU y cercano a Putin— promueve su reactivación con respaldo de inversores estadounidenses.
Herencia de tensiones
Las sanciones a Nord Stream 2 se impusieron bajo el mandato de Trump, se suspendieron brevemente con Biden en 2021 y se reinstauraron tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. La UE, aunque alejada del gas ruso, aún no prohíbe nuevos contratos.
Un futuro en disputa
La medida, de concretarse, representaría una victoria diplomática para Rusia y un desafío para la industria energética estadounidense. Su viabilidad depende de la UE y de la resolución de tensiones internas en el Gobierno de EEUU.