Gobierno evalúa diálogo con empresarios por incremento salarial

La viceministra Alcón afirma que el Gobierno está abierto a escuchar al sector privado sobre el aumento salarial, mientras la COB exige subidas del 15% al mínimo y 20% al básico.
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Una mujer hablando frente a varios micrófonos.
Imagen de una mujer en una conferencia de prensa, rodeada de micrófonos de diferentes medios.

Gobierno no descarta diálogo con empresarios sobre incremento salarial

La viceministra Alcón afirma que «siempre existe la posibilidad de escuchar» al sector privado. La COB exige aumentos del 15% al mínimo y 20% al básico, mientras empresarios advierten riesgos económicos. El debate ocurre en medio de tensiones por la exclusión inicial de los empleadores en las negociaciones.

«Un método que ya tiene años»

La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, ratificó que el diálogo con la COB sigue su curso bajo el esquema tradicional: «Se está estableciendo comisiones con los trabajadores de cara al Primero de Mayo». Sin embargo, añadió que «siempre hay la posibilidad de sentarse» con otros actores, como el empresariado privado.

La postura de la COB y la preocupación empresarial

La Central Obrera Boliviana (COB) mantiene su demanda de 15% de aumento al salario mínimo y 20% al básico. Frente a esto, Cainco calificó el posible incremento como «unilateral» y propuso congelar salarios públicos y el mínimo nacional. La CEPB insistió en reunirse con el presidente Arce para presentar su visión sobre el impacto económico.

Antecedentes: Un debate recurrente

Según Cainco, Bolivia repite cada año «el mismo anuncio: un incremento salarial decretado de forma unilateral», una práctica que, en su opinión, carece de diálogo y sostenibilidad. El Gobierno, por su parte, defiende su método histórico de negociación directa con la COB, aunque ahora abre la puerta a escuchar al sector privado.

¿Hacia un diálogo más amplio?

Mientras Alcón reitera que la posición oficial es escuchar las demandas, no hay fechas concretas para convocar a los empresarios. El desenlace de esta pugna definirá no solo el aumento salarial, sino también la dinámica entre el Gobierno, los trabajadores y el sector privado en un contexto económico delicado.