Basura espacial cae a la Tierra a razón de tres objetos diarios
La ESA alerta de 1.200 reentradas incontroladas en 2024. Restos de cohetes y satélites sobreviven a la atmósfera y caen en zonas pobladas. Expertos advierten riesgos crecientes por la saturación orbital.
«Bolas de fuego que no son meteoritos»
Vecinos de Jalisco (México) y el Reino Unido presenciaron recientemente reentradas espectaculares: restos del cohete chino CZ-3B y de un Falcon 9 de SpaceX. En Polonia, un tanque metálico de dos metros impactó cerca de un almacén. «Parecía una bomba», declaró un testigo.
El vertedero orbital
La ESA contabiliza 45.000 objetos mayores de 10 cm y 170 millones de fragmentos diminutos orbitando la Tierra. La órbita baja concentra 6.000 toneladas de chatarra, incluyendo satélites inactivos y restos de misiones. «Cada lanzamiento multiplica el riesgo», advierte el astrofísico Jonathan McDowell.
Impactos impredecibles
La NASA usa modelos como ORSAT, pero predecir zonas de impacto sigue siendo inexacto. Objetos densos —como tanques de combustible— alcanzan velocidades de cientos de km/h. «Alguien resultará herido tarde o temprano», alerta McDowell.
Un problema que se autoperpetúa
El síndrome de Kessler —colisiones en cadena— podría inutilizar regiones orbitales. Empresas como LeoLabs rastrean desechos, pero solo detectan fragmentos grandes. Japón prueba soluciones innovadoras, como el satélite de madera LignoSat, que se desintegra al reentrar.
Legislación obsoleta y soluciones urgentes
Los tratados internacionales —como el Tratado del Espacio Ultraterrestre (1967)— no contemplan la gestión actual de basura espacial. La ESA propone una «economía espacial circular para 2050», con satélites reutilizables y reparaciones en órbita.
El espacio ya no es tan lejano
Con 60.000 satélites previstos para 2030, las reentradas aumentarán. La falta de protocolos globales y materiales sostenibles agrava el riesgo para aviones, infraestructuras y poblaciones.