Creyentes recrean el vía crucis en un recorrido de dos horas en La Paz
Unos 14 altares con aguayos y flores marcaron las estaciones del camino. La parroquia del Señor de la Sentencia organizó esta tradición en Villa Armonía, donde vecinos reflexionaron sobre el sacrificio de Cristo. Ocurrió al amanecer del Viernes Santo, 18 de abril de 2025.
«Pedimos perdón y seguimos el calvario cada año»
Una hora antes del amanecer, decenas de vecinos iniciaron el recorrido empinado —entre piedras y pavimento— detrás de los actores que representaban a Jesús, las mujeres que lloraban y los romanos. «Reflexionamos sobre el perdón y el sacrificio», explicó una participante a EFE. La parroquia organiza esta actividad anualmente, atrayendo incluso a creyentes de otros barrios.
Altares con identidad andina
En cada una de las 14 estaciones —que simbolizan momentos clave de la pasión—, los fieles instalaron pequeños altares con imágenes religiosas y flores sobre mesas cubiertas con aguayos, telas tradicionales de colores vivos. La romería hizo pausas para rezar en cada punto antes de culminar en un montículo donde se representó la crucifixión.
Una tradición que une fe y comunidad
El Viernes Santo es una de las fechas más significativas para el catolicismo, marcada por el ayuno y la abstinencia de carne roja. En Bolivia, muchas parroquias y vecinos recrean procesiones barriales, a veces con participación de niños y jóvenes. Esta representación en La Paz combinó elementos religiosos y culturales, como los aguayos, reflejando la identidad local.
Semana Santa, un legado que perdura
La celebración forma parte de las actividades organizadas por la parroquia del Señor de la Sentencia durante esta festividad. A nivel nacional, otras expresiones de fervor incluyen peregrinaciones a Copacabana o visitas masivas a iglesias, según menciona el texto.
Un camino que termina en reflexión
Tras dos horas, los participantes presenciaron la crucifixión simbólica y descendieron del montículo, cerrando así el vía crucis anual. El evento reforzó tanto la devoción individual como el tejido comunitario en torno a una tradición centenaria.