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Vargas Llosa fallece dejando huellas literarias en Cochabamba

El Nobel de Literatura murió a los 89 años, recordando su infancia en Cochabamba, donde descubrió su pasión por las letras y vivió momentos clave de su vida.
Opinión Bolivia

Vargas Llosa fallece dejando huellas literarias en Cochabamba

El Nobel de Literatura murió a los 89 años recordando su infancia boliviana. El escritor peruano vivió parte de su niñez en una casona cochabambina que marcó su vocación. Falleció el 13 de abril en Lima, pero su legado permanece ligado a Bolivia.

«La casa azul donde nació un Nobel»

En la calle Ladislao Cabrera 168 de Cochabamba, Vargas Llosa aprendió a leer y descubrió su pasión por las letras. «La recuerdo como un Edén», escribió en sus memorias sobre la vivienda donde vivió entre 1937 y 1945. La fachada azul se mantiene, aunque el patio del pacay y otros detalles ya no existen.

Un vínculo sentimental

Cochabamba también fue escenario de su vida amorosa. Sus dos esposas, Julia Urquidi y Patricia Llosa, nacieron en esta ciudad. La primera inspiró su novela «La tía Julia y el escribidor», mientras que con la segunda formó una familia. El triángulo entre ellas y el autor fue célebre en la literatura latinoamericana.

«Aprendí a leer aquí: el regalo más grande»

En su discurso del Nobel (2010), el escritor destacó su paso por el colegio La Salle de Cochabamba como el momento crucial de su vida. «Reproducíamos aventuras de Tarzán en ese patio», recordó. Durante una visita en 1998, firmó un libro para la dueña actual de la casa con una dedicatoria nostálgica: «Donde fui un niño feliz».

De algodón a letras

La llegada de la familia Llosa a Bolivia en 1937 respondió al proyecto algodonero del abuelo Pedro. Tras su nombramiento como prefecto en Piura (Perú), regresaron en 1945, pero los años en Cochabamba quedaron grabados en la obra del autor, desde «La ciudad y los perros» hasta sus memorias.

Adiós al último gigante del boom

Con su muerte, se cierra un capítulo de la literatura latinoamericana. Su conexión con Bolivia, especialmente con Cochabamba, queda plasmada en sus libros y en la casona azul que hoy es parte de su leyenda.