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Bodega de Auerbach celebra 500 años inspirando arte y literatura

El restaurante alemán, famoso por su conexión con 'Fausto', celebra su aniversario con recreaciones literarias y un estreno musical en Leipzig.
Opinión Bolivia

Bodega de Auerbach celebra 500 años inspirando arte y literatura

El restaurante alemán recibió a Lutero, Schumann y Goethe. El local, famoso por su conexión con «Fausto», sirve 180.000 litros de cerveza anuales y atrae a 300.000 visitantes. Su aniversario incluye recreaciones de escenas literarias y un estreno musical.

«Un legado entre vinos y personajes históricos»

Fundada en 1525 por el médico Heinrich Stromer, la bodega fue refugio de Martín Lutero y punto de encuentro para intelectuales. «Goethe ambientó aquí una escena clave de ‘Fausto'», destaca Tanja Pieper, portavoz del aniversario. Hoy conserva paneles de 1625 que inspiraron al escritor.

Festividades con sabor literario

La celebración incluye la «Schlampamp», un banquete inspirado en los descritos por Goethe, y la «ceremonia de barriles», donde los invitados repiten el ritual de Fausto: bailan alrededor de un fuego y intentan montar un barril. «Nadie se lo ha llevado aún», bromea Pieper.

De la historia al escenario

El 15 de junio se estrenará «El Fausto de Bach», una obra que fusiona el drama de Goethe con música del compositor. Michael Maul, director del Festival de Bach, explica: «Goethe admiraba a Bach, aunque no especificó su música en ‘Fausto'». El evento ocurrirá en la misma sala que frecuentó el poeta.

Cuna de creatividad

La bodega de Auerbach nació como espacio universitario en plena Reforma Protestante. Su mezcla de gastronomía, historia y arte la convirtió en símbolo cultural. Goethe la inmortalizó en 1808, y hoy sigue siendo parada obligada en Leipzig.

Un barril que no pierde fuelle

Cinco siglos después, el restaurante mantiene su esencia como punto de encuentro entre tradición y modernidad. Las celebraciones, que durarán todo 2025, reafirman su papel en la cultura europea, desde Lutero hasta los turistas que buscan probar sus famosos «Rindsrouladen».