Universidades de la Ivy League resisten exigencias de Trump
Harvard rechaza condiciones para recuperar fondos federales. La Casa Blanca retiró 2.200 millones de dólares a la institución. El conflicto surge tras demandas del gobierno sobre políticas educativas.
«Defender la autonomía universitaria a toda costa»
Harvard, Columbia y otras universidades de la Ivy League enfrentan presiones sin precedentes desde que Trump retomó la presidencia en enero de 2025. El mandatario exige eliminar programas de diversidad, modificar admisiones y auditar departamentos académicos, vinculándolo a la lucha contra el antisemitismo. «Es un ataque a la libertad académica», denuncia Lee Bollinger, exrector de Columbia.
Medidas drásticas y respuestas divididas
Mientras Harvard se niega a cumplir las exigencias, Columbia aceptó reestructurar departamentos como Estudios Palestinos para recuperar financiación. Sin embargo, el gobierno aún no ha restaurado los 400 millones recortados a esta última. La administración también investiga a Yale, Princeton y Stanford.
Recursos legales y resistencia colectiva
Exrectores como Larry Summers (Harvard) instan a usar los 53.000 millones de su fondo patrimonial para litigar. «Debemos responder con firmeza», declaró. Por su parte, sindicatos docentes ya presentaron demandas contra el gobierno.
Una relación federal en crisis
Desde los años 50, universidades recibían fondos públicos a cambio de investigación e innovación. Trump cuestiona este modelo, argumentando que las élites académicas no representan a la mayoría de estadounidenses. Sectores conservadores apoyan recortes a subsidios fiscales que benefician a estas instituciones.
El futuro pende de un hilo
El conflicto redefine la relación histórica entre el gobierno y las universidades. Sin fondos federales, centros como Harvard perderían el 27% de sus estudiantes internacionales y proyectos clave en salud. Mientras, rectores en funciones evitan pronunciamientos públicos para no agravar represalias.