Cómo los insultos alejan votantes en elecciones según neurociencia

Análisis neurocientífico revela que el dolor social perdura más que el físico y afecta el comportamiento electoral, según estudio publicado en Brújula Noticias.
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Retrato de un hombre con barba y cabello corto mirando hacia adelante.
Un hombre con barba y cabello corto aparece en la imagen.

Artículo analiza cómo los insultos alejan a votantes en elecciones

La neurociencia explica que el dolor social perdura más que el físico. Un análisis publicado en Brújula Noticias detalla cómo las agresiones verbales refuerzan la división entre grupos políticos. El texto, firmado por Andrés Gómez V., se basa en estudios neuropsiquiátricos y cognitivos.

«El cerebro rechaza mensajes de quienes agreden»

Según la neuropsiquiatra Friederike Fabritius, el cerebro procesa el dolor social y físico de forma similar, pero las heridas emocionales tardan más en sanar. El autor señala que los electores perciben como amenaza a candidatos cuyos seguidores usan insultos, lo que activa su «instinto de evitación».

Mecanismos psicológicos en campañas

El artículo describe cómo los votantes refuerzan su lealtad a su grupo («nosotros») cuando se sienten atacados por «ellos». Citando al filósofo Daniel Dennet, explica que las personas anticipan escenarios negativos y bloquean mensajes de quienes los menosprecian.

Claves para una estrategia electoral efectiva

El texto subraya que ganar elecciones requiere conectar emocionalmente sin agresiones. «En democracia se gana con votos, no con insultos», resume Gómez V., quien recuerda la frase del periodista Irving Alcaraz: «Nadie gana con votos propios, sino ajenos».

Raíces de un comportamiento polarizador

El análisis vincula las dinámicas electorales con la necesidad humana básica de pertenencia. Destaca que la segregación política reproduce el mismo patrón cerebral que activa los instintos de supervivencia ante amenazas externas.

Sin puentes no hay victoria

El artículo concluye que la construcción de diálogo horizontal es clave para transformar «ellos» en «nosotros». Advierto que las falsas aproximaciones son detectadas por los votantes y generan rechazo en las urnas.