Policía ejecuta tres órdenes de aprehensión por caso Zúñiga
Tres de cinco órdenes fueron cumplidas este viernes. Las detenciones ocurren a cuatro meses de las elecciones generales del 17 de agosto. Un analista las vincula con una estrategia gubernamental para intimidar a la oposición.
«Atemorizar a los actores políticos de la oposición»
El abogado y político Gustavo Pedraza afirmó que el Gobierno busca «distraer la atención de los precios de la canasta familiar» y «preparar psicológicamente a sus bases». Según él, las aprehensiones forman parte de un «manual del autoritarismo» que incluye generar miedo mediante persecuciones y detenciones.
Contexto electoral
Las detenciones se dan en un escenario marcado por las elecciones generales de agosto y la proclamación del presidente Arce como precandidato del MAS. Pedraza sugirió que el caso Zúñiga podría usarse para «potenciar candidaturas» y dividir a la oposición.
«Gobiernos sin apoyo popular recurren a la fuerza»
Pedraza señaló que los gobiernos que pierden legitimidad «coartan libertades» para mantenerse en el poder. Criticó la producción de «supuestas pruebas» y mencionó que hay más personas con mandamientos pendientes. «Unos estarán detenidos, otros acusados», declaró.
Entre operativos y denuncias
El caso Zúñiga incluye la aprehensión del general retirado Marco Bracamonte y la imputación del abogado Jorge Valda por «complicidad en alzamiento armado». El Ministerio de Justicia negó una acción de libertad para Valda, mientras analistas cuestionan el timing de las detenciones.
Elecciones en la mira
El clima político se tensa a menos de cuatro meses de los comicios, con acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición. Mientras el MAS afirma que «ganará nuevamente», críticos denuncian uso de casos judiciales para desgastar adversarios.
Un agosto definitorio
Las repercusiones del caso Zúñiga y las detenciones podrían influir en el escenario electoral. Sin juicios de valor, el hecho evidencia una polarización creciente en un año clave para Bolivia.