Universidad de Toronto lidera ranking de sostenibilidad por segundo año consecutivo
La U de T destaca en impacto social y ambiental según el QS World University Rankings. La institución canadiense superó a 1.700 universidades con proyectos como «Leap», que reducirá a la mitad la contaminación en su campus principal para 2027.
«Un modelo de educación ambiental con impacto medible»
La Universidad de Toronto (U de T) ocupa el primer puesto mundial en impacto social, según el ranking 2025, que evalúa igualdad, empleabilidad y compromiso comunitario. En impacto ambiental —que incluye operaciones e investigación— logró el quinto lugar. «Mantener el liderazgo es solo parte de nuestra misión», declaró su oficina de sostenibilidad.
Iniciativas concretas
Proyecto Leap, con una inversión de 138 millones de dólares, modernizará sistemas de climatización y aislamiento en el campus principal. En paralelo, el campus Mississauga avanza en su transición eléctrica con Proyecto SHIFT, mientras Scarborough combina edificios históricos renovados con construcciones energéticamente eficientes.
Compromiso estudiantil
La Coalición de Sostenibilidad de la U de T, dirigida por estudiantes, impulsó prácticas diarias e innovadoras. 2.000 asignaturas integran temas ambientales (frente a 500 en 2020), y programas como «Campus como Laboratorio» ofrecen experiencia práctica en proyectos reales.
Canadá, potencia en educación sostenible
El país es el único con dos universidades entre las cinco primeras: la U de T y la Universidad de Columbia Británica (empatada en quinto lugar). McGill (15ª) y Western (30ª) también destacan, reflejando el compromiso nacional con la formación ambiental.
Objetivos hacia 2030
La U de T eliminará las inversiones en combustibles fósiles para 2027 y alcanzará neutralidad de carbono en 2030. Su nuevo Hub de Innovación Sostenible, que abrirá en otoño de 2025, centralizará investigación ambiental. Desde 2019, el consumo energético del campus bajó un 35%.
Un liderazgo con proyección global
La universidad colabora en redes internacionales como la Alianza U7+ y apoya iniciativas locales como el Green Will Initiative de Toronto. Sus avances demuestran cómo las instituciones académicas pueden combinar formación, investigación y acción climática.