Disputa entre líneas de transporte deja heridos en Cochabamba

Conductores de las líneas 131 y 270 protagonizaron actos vandálicos en Cochabamba, dejando heridos y daños materiales. Un vecino que intentó grabar fue arrastrado por un vehículo.
unitel.bo
Una furgoneta blanca con ventanas rotas y varias personas alrededor.
Una furgoneta blanca presenta daños visibles, como ventanas rotas, con varias personas observando la escena.

Disputa entre líneas de transporte público deja heridos y vehículos dañados en Cochabamba

Conductores de las líneas 131 y 270 protagonizaron actos vandálicos en la zona de Pacata. Un vecino que intentó grabar los hechos fue arrastrado por uno de los vehículos. El conflicto refleja la tensión recurrente por el control de rutas en el transporte público.

«Destrozaron todos los vidrios y huyeron»

El incidente ocurrió el miércoles 9 de abril en Cochabamba, tras un choque entre motorizados. Pasajeros de la línea 131 bajaron y rompieron los vidrios de un minibús de la línea 270. «Arranqué con el motor encendido para protegerme», declaró el conductor afectado a UNITEL. Las imágenes de seguridad muestran el ataque y la posterior fuga de los agresores.

Vecino arrastrado al intentar documentar los hechos

Un habitante de la zona sufrió lesiones al ser agarrado y arrastrado «media cuadra» por ocupantes de un «trufi» (taxi colectivo) cuando intentaba fotografiar la placa del vehículo. «Golpeé para que me suelten», relató. Los responsables abandonaron el lugar sin enfrentar consecuencias inmediatas.

Antecedentes: rutas que dividen

Este tipo de enfrentamientos por el control de rutas entre líneas de transporte público no son nuevos en Bolivia. La falta de regulación efectiva y la competencia por pasajeros han derivado en episodios similares en el pasado, según registros de medios locales. Vecinos exigen a Movilidad Urbana y a la Unidad de Tránsito mayor fiscalización.

Un problema que sigue rodando

El caso evidencia los riesgos para la seguridad ciudadana ante la impunidad en conflictos del transporte. Los daños materiales y lesiones a civiles reiteran la urgencia de protocolos claros para sancionar a infractores y prevenir violencia en el sector.