Inflación en Bolivia: déficit fiscal y bloqueos como causas

La inflación acumulada en Bolivia alcanza el 5% en 2025, vinculada al déficit fiscal, emisión monetaria sin respaldo y bloqueos políticos, según expertos.
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Mujer comprando tomates en un mercado al aire libre.
Una imagen de un bullicioso mercado al aire libre donde una clienta adquiere tomates.

Economistas vinculan inflación en Bolivia al déficit fiscal y bloqueos

La inflación acumulada alcanza el 5% en 2025. Expertos señalan que la emisión monetaria sin respaldo y los bloqueos políticos agravan el alza de precios. El INE atribuye un 29% del incremento a la especulación.

«Inflación estructural por políticas insostenibles»

El economista Carlos Aranda del Centro de Estudios POPULI afirma que el financiamiento del déficit fiscal con emisión monetaria genera «exceso de liquidez y caída del valor del boliviano». «No es problema de comerciantes, sino de políticas económicas», recalca.

Datos oficiales vs realidad

El INE reporta 5% de inflación (66.6% de la meta anual), pero analistas como Juan Fernando Subirana sostienen que los precios en mercados superan las cifras oficiales. Humberto Arandia (INE) atribuye el 21% del alza a «bloqueos de Evo Morales» y 29% a especulación.

Recetas contra el alza de precios

Gonzalo Chávez propone reducir gasto público, flexibilizar el tipo de cambio y conseguir dólares. Subirana sugiere apertura exportadora y menor carga impositiva para importaciones. «El 50% del presupuesto familiar ya se destina a alimentos», según datos del INE.

Un país con la canasta familiar en crisis

Bolivia enfrenta presión inflacionaria desde 2024, con productos como el pollo subiendo más del 60% en un año. El Gobierno proyectaba 7.5% de inflación para 2025, pero el tercer trimestre ya muestra 5%, impulsado por factores políticos y monetarios.

Mirando el termómetro económico

La inflación sigue desbordando las medidas oficiales, con impacto directo en el poder adquisitivo. Las soluciones planteadas por economistas chocan con la realidad fiscal y política del país, mientras los hogares destinan más de la mitad de su presupuesto a alimentos.