Analista urge unidad política ante elecciones en Bolivia

Carlos Hugo Molina advierte sobre la necesidad de cohesión social frente a los comicios y critica la falta de discernimiento en los líderes políticos.
unitel.bo
Primer plano de un hombre con barba y bigote, mirando hacia la derecha.
Un retrato en blanco y negro de un hombre de mediana edad, con una expresión reflexiva.

Analista urge unidad política ante elecciones en Bolivia

Carlos Hugo Molina advierte sobre la necesidad de cohesión social frente a los comicios. El columnista critica la falta de discernimiento en los líderes y pide evitar el «lamento boliviano» postelectoral. Publicado el 16 de agosto en Unitel.bo como artículo de opinión.

«El reloj electoral no se detiene»

Molina subraya que los plazos electorales «son inexorables» y reclama una propuesta unificada para canalizar expectativas ciudadanas. «Cada día que pasa es un día menos», alerta, insistiendo en que la sociedad debe exigir acuerdos a sus representantes.

Crítica a los liderazgos

El analista cuestiona que la oposición no interprete el escenario boliviano actual, ni use «instrumentos adecuados». Niega que sea «el fin de la democracia», pero sí podría marcar «el fin de una generación de líderes» incapaces de responder a demandas sociales.

Entre Pandora y el discernimiento

Recupera el mito griego para destacar que, tras liberarse los males, la esperanza y el discernimiento son clave. Define este último como «elegir entre opciones buenas con análisis profundo». Insta a presionar con nuevas alternativas si los líderes no actúan.

División de roles, pero con urgencia

Molina retoma el concepto de División del Trabajo: los ciudadanos delegaron en líderes la construcción de unidad, pero estos «todavía tienen otra oportunidad» antes de ser declarados incapaces por la Historia. Advierte que si persiste la inacción, la sociedad decente debe actuar.

Un llamado antes de que sea tarde

El artículo cierra recordando que las decisiones ciudadanas no serán peores que el escenario actual, donde los líderes siguen «jugando con encuestas». La advertencia queda latente: sin cohesión, Bolivia enfrentará consecuencias evitables.