Bolivia registra 34.023 denuncias por violencia familiar en 2024

En 2024, Bolivia registró 34.023 denuncias por violencia familiar, donde 9 de cada 10 víctimas fueron mujeres. Santa Cruz, La Paz y Cochabamba concentran el 77% de los casos.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Mapa de Bolivia con distribución de denuncias de violencia familiar y gráfico circular del tipo de violencia.
Distribución porcentual de denuncias de violencia familiar por departamento y tipo de violencia en Bolivia, 2024.

Bolivia registra 34.023 denuncias por violencia familiar en 2024

9 de cada 10 víctimas son mujeres, según datos del OBSCD. La violencia física representa el 69,32% de los casos, con un leve descenso del 4,67% respecto a 2023. Santa Cruz, La Paz y Cochabamba concentran el 77% de las denuncias.

«Hogares bolivianos: espacios de alto riesgo para las mujeres»

El informe del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha contra las Drogas (OBSCD) revela que 93 casos diarios se reportaron en 2024. El 92,43% de las víctimas son mujeres, y el 87,20% de los agresores son hombres con vínculos cercanos (cónyuges, concubinos o familiares).

Tipos de violencia y perfil de las víctimas

La violencia física domina (69,32%), seguida de la psicológica (30,03%). Mujeres entre 18 y 39 años son las más afectadas (20.662 casos), pero preocupan los 2.363 casos con menores de edad como víctimas, lo que refleja transmisión intergeneracional.

Distribución geográfica y tendencias

Santa Cruz lidera con 12.558 denuncias (36,91%), seguido de La Paz (8.713) y Cochabamba (5.263). Aunque hubo un descenso anual, agosto y octubre fueron los meses con mayor incidencia (más de 3.000 casos cada uno).

Una lucha con avances lentos

A 13 años de la Ley 348 (protección integral a mujeres), persisten fallas en su aplicación. Expertos señalan que la reducción de denuncias podría deberse a subregistro por miedo, dependencia económica o desconfianza en el sistema judicial.

Un problema que no da tregua

Los datos confirman que la violencia familiar sigue siendo una crisis nacional, arraigada en patrones culturales machistas. Activistas exigen educación con perspectiva de género y campañas para cuestionar roles tradicionales.