Google lanza Gemini 2.5 Pro, su modelo de IA más caro

Google presenta Gemini 2.5 Pro, su modelo de IA más costoso hasta ahora, con precios de hasta $15 por millón de tokens de salida y capacidad para procesar 200.000 tokens.
TechCrunch
Un dispositivo móvil con una palabra en su pantalla, frente a un fondo azul con patrones de luz.
Imagen de un dispositivo móvil mostrando texto, colocado sobre un fondo complejo de luces azules.

Google lanza Gemini 2.5 Pro, su modelo de IA más caro hasta ahora

El nuevo modelo cuesta hasta $15 por millón de tokens de salida. Presentado el 4 de abril de 2025, supera en precio a otras opciones de Google y competidores como OpenAI. Destaca por su capacidad de procesar hasta 200.000 tokens, equivalente a 750.000 palabras.

«Rendimiento líder, pero a mayor costo»

Gemini 2.5 Pro tiene tarifas de $1.25/$10 por millón de tokens (entrada/salida) para solicitudes estándar, y el doble para prompts extensos. «Es el modelo más demandado por desarrolladores», según Sundar Pichai, CEO de Google, con un aumento del 80% en uso este mes. Su precio supera al Gemini 2.0 Flash y a alternativas como o3-mini de OpenAI.

Comparativa con la competencia

Aunque es más económico que Claude 3.7 Sonnet ($3/$15) o GPT-4.5 ($75/$150), la industria observa una tendencia alcista en precios de modelos avanzados. Ejemplo: o1-pro de OpenAI, lanzado recientemente, cuesta $150/$600 por millón de tokens.

La IA premium gana terreno

El sector tecnológico enfrenta mayores costos por la alta demanda y recursos computacionales. Gemini 2.5 Pro, gratuito con límites estrictos, apunta a desarrolladores que priorizan rendimiento en codificación, razonamiento y matemáticas.

Un mercado que no para de crecer

Google, OpenAI y Anthropic compiten por liderar la IA generativa, con modelos cada vez más potentes y especializados. La adopción masiva por empresas y creadores impulsa esta escalada de precios.

¿Valdrá la pena la inversión?

El éxito de Gemini 2.5 Pro dependerá de su adopción real frente a alternativas más económicas. Los desarrolladores, aunque receptivos, monitorean si el costo se traduce en ventajas tangibles para sus proyectos.