Periodista se suicida tras denunciar violación e impunidad

Nadia Apaza, periodista de 25 años, se quitó la vida tras denunciar una violación y enfrentar la inacción del sistema judicial en Bolivia. Su familia exige justicia.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Un ataúd blanco decorado con flores y un retrato al frente.
Imagen de un ataúd blanco adornado con flores blancas y un retrato en un entorno ceremonial.

Periodista se suicida tras denunciar violación y falta de justicia

Nadia Apaza dejó notas que revelan su depresión tras ser agredida. La joven denunció al fotoperiodista Álvaro V., pero el caso no avanzó. Su familia encontró los escritos tras su muerte el viernes en La Paz.

«Morí el 20 de septiembre»: el dolor de una víctima sin respuestas

Nadia Apaza, periodista de 25 años, escribió múltiples notas donde detallaba el trauma psicológico tras ser violada por su excompañero de trabajo. “Mi mundo se convirtió en un espacio donde respirar dolía”, relató en uno de los textos hallados en su celular y pertenencias. Según su denuncia, el hecho ocurrió el 20 de septiembre de 2024, fecha que marcó su declive emocional.

Un caso estancado por irregularidades

La víctima acusó al fotoperiodista Álvaro V. ante el Ministerio Público y la Policía, pero el fiscal Luis Alberto Bayón y la investigadora no avanzaron el proceso. Pese a que en diciembre de 2024 se emitieron medidas de protección —como prohibir al acusado acercarse a Nadia—, la abogada familiar, Abril Zapata, denunció que “fueron incumplidas” mientras él buscaba una conciliación económica.

El audio que contradice la defensa

Mónica Irusta, abogada de Álvaro V., declaró su inocencia en el caso. Sin embargo, un audio difundido en redes muestra al acusado ofreciendo “resarcimiento económico” a Nadia: “Quiero ayudarle con todos los gastos… dar pensión o algo”. Zapata confirmó que el audio fue entregado al fiscal en febrero de 2025 y esperan una pericia para validarlo.

Un sistema que falló ante el grito de auxilio

La familia y la defensa exigen justicia, señalando que las instituciones no protegieron a Nadia pese a las pruebas. “No puedes alegar inocencia cuando hay elementos de convicción”, afirmó Zapata. Las notas de la joven, donde escribió “Perdono, pero el daño ya está”, evidencian el impacto de la impunidad en su salud mental.

El último adiós a una voz silenciada

El velorio de Nadia se realizó el domingo 30 de marzo en La Paz, mientras el presunto agresor sigue en libertad. El caso reabre el debate sobre la protección a víctimas de violencia sexual en Bolivia, donde solo en 2024 se registraron 1.200 denuncias por violación, según datos oficiales.

Justicia pendiente, dolor latente

La muerte de Nadia expone las fallas en la atención a víctimas y la lentitud de los procesos judiciales. La pericia del audio y las notas podrían ser clave para que el caso no quede en la impunidad, como teme su familia.