Akira Toriyama evitó noches en Namek por comodidad

El creador de 'Dragon Ball' simplificó su trabajo eliminando escenas nocturnas en Namek, revelando su enfoque pragmático en la creación del manga.
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Tres personajes animados flotando en el aire con esferas anaranjadas con estrellas.
Ilustración de tres personajes animados sosteniendo esferas anaranjadas con estrellas en un cielo verde.

Akira Toriyama evitó dibujar noches en Namek por comodidad

El planeta de ‘Dragon Ball’ siempre es de día debido a la preferencia del mangaka. Akira Toriyama simplificó su trabajo eliminando escenas nocturnas y urbanas en este escenario clave durante el arco de Freezer. La decisión, confirmada en 2025, revela su pragmatismo creativo.

«Tres soles y cero noches: el truco de un maestro»

Namek, uno de los lugares más icónicos de ‘Dragon Ball’, nunca tiene noche en su versión original. Según el lore, esto se debe a que orbita alrededor de tres estrellas, pero la razón real es más práctica: «Akira Toriyama odiaba dibujar escenas oscuras y ciudades complejas», explica el artículo. Por eso optó por un planeta desértico y permanentemente iluminado.

Estrategias para sobrevivir a los plazos

El creador priorizó eficiencia sobre realismo. Al diseñar Namek, evitó elementos que ralentizaran su ritmo de trabajo, como paisajes urbanos o cambios de iluminación. «Si hubiera ciudades, las habría destruido pronto», destaca el texto. Esta filosofía también aplicó al diseño de los Saiyans, cuyos cabellos rubios facilitaban el coloreado.

Un legado de soluciones ingeniosas

Toriyama consolidó su estilo durante los 80 y 90 con ‘Dragon Ball’, donde la simplificación técnica fue clave para mantener la producción semanal del manga. Namek, introducido en 1989, refleja esta mentalidad: escenarios minimalistas con justificaciones narrativas creativas pero funcionales.

El arte de trabajar inteligente

La revelación subraya cómo decisiones aparentemente menores —como la iluminación constante— respondían a desafíos reales de la industria. Toriyama transformó limitaciones prácticas en señas de identidad de su obra, demostrando que la eficacia creativa puede convertirse en parte del mito.