Empresas acumulan 1,3 millones de litros de combustible sin vender

YPFB revela que empresas privadas tienen 1,3 millones de litros de combustible almacenados, mientras el sector productivo espera por combustible subvencionado.
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Filas de camiones cisterna en una carretera con un edificio al fondo.
Una imagen que muestra varios camiones cisterna alineados, con letreros de advertencia en español, cerca de una entrada a un sitio industrial.

Empresas privadas acumulan 1,3 millones de litros de combustible sin vender

YPFB revela que el sector productivo prefiere esperar por combustible subvencionado. La petrolera estatal reportó existencias en plantas de Senkata y Palmasola, mientras persisten filas por diésel en provincias. El Gobierno asegura que la distribución se normalizará progresivamente.

«Combustible privado en espera, mientras faltan suministros»

El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, confirmó que empresas privadas importaron 1,3 millones de litros almacenados en plantas de Senkata (1 millón) y Palmasola (300.000). «Podría ser comprado por el sector productivo, pero prefieren esperar el subvencionado», criticó. Mientras, YPFB despachó 15 millones de litros este martes, priorizando zonas urbanas.

Distribución escalonada

Dorgathen aclaró que las filas se reducirán primero en ciudades antes de llegar a provincias. La petrolera coordina con cisternas móviles para atender demandas. «Ya llega el combustible subvencionado», afirmó, aunque reconoció retrasos en áreas rurales.

Entre la subvención y el stock privado

El conflicto surge cuando el Gobierno mantiene la subvención nacional, pero el sector productivo evita comprar combustibles no subsidiados. YPFB reportó un 70% menos de filas en surtidores urbanos, pero la normalización total aún es gradual.

De la escasez a la logística intensiva

Bolivia enfrenta desabastecimiento de diésel desde 2024, agravado por la dependencia de importaciones. YPFB incrementó su distribución al 100% en zonas comerciales, según el gerente Álvaro Tumiri, aunque persisten cuellos de botella en provincias.

Un equilibrio pendiente

La situación expone la tensión entre la política de subvenciones y la capacidad de almacenamiento privado. Mientras YPFB prioriza abastecer ciudades, las empresas acumulan stock a la espera de precios oficiales, prolongando la escasez en regiones menos centralizadas.