Bolivia pasa de exportar a transportar gas argentino a Brasil
YPFB transportará 4,5 millones de m³ de gas argentino mediante sus ductos, un negocio que analistas califican de «secundario». El acuerdo, operativo desde el 1 de abril, genera críticas por el declive del sector hidrocarburífero boliviano.
De potencia energética a «intermediario»
El economista Gonzalo Chávez tildó el acuerdo de «premio consuelo», señalando que Bolivia perdió su potencial como centro energético regional. «En 2014 exportábamos $6.500 millones en gas; hoy apenas llegamos a $1.500 millones», afirmó. El nuevo rol de YPFB consiste en alquilar su infraestructura para transportar gas de Vaca Muerta (Argentina) a Brasil, liderado por las empresas TotalEnergies y Matrix Energia.
Impacto económico limitado
Chávez advirtió que los ingresos por transporte serán «marginales» (entre $1 y $2 por m³), insuficientes para cubrir los $3.500 millones que Bolivia gasta en importar combustibles. «Este es el fracaso de la política hidrocarburífera. Somos un país de paso, no un productor», remarcó.
Postura contraria: «Ductos no pueden estar ociosos»
El exministro Álvaro Ríos defendió el acuerdo, destacando su carácter experimental y la integración energética regional. «Aplaudo que los ductos se usen; podrían reactivarse en 2025», dijo. Sin embargo, no mencionó cifras concretas de ganancias para Bolivia.
Del sueño energético a la realidad
Hace dos décadas, Bolivia proyectaba ser el «centro energético de Sudamérica». Hoy, exporta un 77% menos de gas que en 2014, según datos del INE. La falta de inversión en exploración y el agotamiento de reservas redujeron su capacidad productiva.
Un futuro incierto para el sector
El acuerdo refleja la dependencia de infraestructura existente ante la caída de la producción. Mientras YPFB prevé menos ingresos en 2025, analistas subrayan que el modelo actual no garantiza recuperación. La discusión sigue abierta: ¿solución temporal o consolidación de un rol secundario?