Agropecruz 2025 abre pese a crisis económica en Bolivia

La feria agropecuaria Agropecruz 2025 reúne a 450 expositores y 700 animales en Santa Cruz, en medio de escasez de dólares e inflación.
El Deber
Un hombre sostiene a un toro blanco frente a un edificio con un cartel sobre la cría de cebú.
La imagen muestra a un toro blanco siendo guiado por un hombre sobre césped, con otros hombres observando en el fondo frente a un edificio dedicado a la cría de cebú.

Agropecruz 2025 abre sus puertas pese a crisis económica en Bolivia

La feria agropecuaria reúne a 450 expositores y 700 animales en exhibición. Se celebra del 2 al 6 de abril en Expocruz (Santa Cruz), en un contexto marcado por escasez de dólares, inflación y desastres naturales. Los productores buscan impulsar el sector pese a las adversidades.

«Una vitrina para el agro en tiempos difíciles»

La 34° edición de Agropecruz destaca por su diversidad de sectores: ganadería, agricultura, piscicultura y herramientas, entre otros. «Es la plataforma ideal para criadores e inversionistas», señala el organizador. El evento ocupará 19.000 m² y espera 40.000 visitantes, aunque parte de la dirigencia agropecuaria está en El Alto, reunida en el Comité Multisectorial para abordar la crisis económica.

Los reyes del peso

Uno de los platos fuertes es el juzgamiento de ganado, donde destacan tres ejemplares: Rhasan FIV Moxos (Nelore Mocho, 1.160 kg), Reiner FIV Sausalito (Nelore, 1.135 kg) y Sortudo FIV de Los Búhos (Brahman, 1.025 kg). Estos bovinos han superado las expectativas por su masa corporal, un factor clave para la evaluación.

Antecedentes: Un sector bajo presión

Los productores enfrentan una combinación crítica: falta de divisas, avasallamientos, inundaciones en Beni y Santa Cruz, y alza en los precios de combustibles. Pese a ello, Agropecruz mantiene su tradición como escaparate de la capacidad productiva boliviana.

Más que una feria: resistencia económica

El evento simboliza la resiliencia del sector agropecuario. Su desarrollo en este contexto adverso servirá como termómetro para medir el impacto real de la crisis en uno de los pilares de la economía boliviana.